Un diente de caníbal prehistórico proporciona la prueba más antigua sobre los antepasados de los humanos
La cuestión sobre qué relación tiene el «Homo antecessor», una de las primeras especies de homínidos conocidas en Europa, con otras especies de «Homo» y en qué parte del árbol filogenético se encuentra ha sido un tema muy debatido. A pesar de que los datos genéticos y los registros fósiles proporcionan información sobre el origen de los humanos modernos, la degradación del ADN prehistórico representa un desafío para rastrear de forma precisa su progreso evolutivo. A fin de abordar dicha cuestión, un equipo de investigadores ha utilizado una nueva técnica para estudiar las proteínas en el esmalte dental de una especie humana de 800 000 años de antigüedad con el objetivo de poder situarla en el árbol genealógico. Con el apoyo parcial de los proyectos HOPE y TEMPERA, financiados con fondos europeos, los investigadores utilizaron un método denominado paleoproteómica que les permitió extraer muestras moleculares y reconstruir de forma precisa la evolución humana, remontándose por primera vez a tiempos tan lejanos. Mediante la tecnología de espectrometría de masas, secuenciaron las prehistóricas proteínas en el esmalte del diente de un «Homo antecesor» y las compararon con sus semejantes en otros homínidos como el «Homo sapiens». Dicho proceso permitió a los investigadores precisar la posición del «Homo antecesor» en el árbol genealógico humano. Los resultados de su estudio se publicaron en la revista «Nature». Los homínidos hacen referencia a un grupo formado por humanos modernos, especies de humanos extinguidas y todos nuestros antepasados directos.
Análisis proteico de nueva generación
En declaraciones publicadas en una nota de prensa de la Universidad de Copenhague, coordinadora de HOPE y TEMPERA, el autor principal del estudio, Frido Welker, afirma: «El análisis proteico prehistórico proporciona pruebas sobre la relación cercana entre el “Homo antecessor”, nosotros (“Homo sapiens”), los neandertales y los denisovanos. Nuestros resultados respaldan la idea de que el “Homo antecessor” era un grupo hermano del formado por “Homo sapiens”, neandertales y denisovanos». Según el autor principal Enrico Cappellini, de la Universidad de Copenhague, la información sobre las relaciones evolutivas entre nuestra especie y las demás «se basa en los resultados del análisis del ADN prehistórico o en observaciones en cuanto a la forma y la estructura física de los fósiles. Debido a la degradación química del ADN padecida con el paso del tiempo, la muestra de ADN humano más antigua que se ha obtenido hasta ahora data de no más de unos 400 000 años». El análisis de proteínas prehistóricas con la espectrometría de masas ayuda a los científicos a superar este desafío y les permite comparar dicha información con aquella de otros homínidos a fin de determinar qué relación genética tienen, tal y como se explica en la nota de prensa.
El «Homo antecesor», una especie basal de la incipiente humanidad
En la misma nota de prensa se indica que los fósiles analizados por los investigadores se encontraron en 1994 en la Sierra de Atapuerca (España). Aunque los científicos inicialmente concluyeron que el «Homo antecesor» era el último antepasado común de los humanos modernos y los neandertales, posteriormente la relación exacta entre dichos homínidos fue ampliamente debatida. José María Bermúdez de Castro, uno de los autores de contacto del artículo, afirma: «Las características compartidas por el “Homo antecessor” con dichos homínidos claramente aparecieron mucho antes de lo que se pensaba. Por lo tanto, el “Homo antecesor” sería una especie basal de la incipiente humanidad formada por neandertales, denisovanos y humanos modernos». El proyecto HOPE (HOminin Proteomes in human Evolution) «tiene como objetivo reconstruir las relaciones genéticas entre nosotros y las especies de homínidos extintas en lugares y periodos incompatibles con la preservación del ADN prehistórico a través de la secuenciación basada en la espectrometría de masas de proteínas prehistóricas de homínidos», como se indica en CORDIS. El proyecto TEMPERA (Teaching Emerging Methods in Palaeoproteomics for the European Research Area) ofrece formación a investigadores noveles para ayudarles a leer secuencias de proteínas prehistóricas e interpretar la información obtenida. Para más información, consulte: Proyecto HOPE Sitio web del proyecto TEMPERA
Palabras clave
HOPE, TEMPERA, «Homo antecessor», «Homo sapiens», neandertales