Una especie fósil de humano de Europa occidental podría tener casi un millón de años de antigüedad
Un hallazgo procedente de la unidad TD6 del yacimiento arqueológico de Gran Dolina en Atapuerca, en el norte de España, ha proporcionado más información sobre el linaje humano primigenio. Un equipo internacional de investigadores de Australia, China, Francia y España ha sido el primero en datar de un modo directo un diente fosilizado perteneciente a un «Homo antecessor« («H. antecessor»), la especie de homínido más antigua identificada en Europa. El estudio recibió apoyo del proyecto financiado con fondos europeos HR_ESR puesto en marcha por el doctor Mathieu Duval durante su etapa en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (España). En él se muestra que «H. antecessor» probablemente vivió hace entre 772 000 y 949 000 años. Estos nuevos resultados concuerdan con cálculos indirectos anteriores basados en la datación de sedimentos y dientes fósiles de animales relacionados. Esta especie primitiva humana podrían ser también ser el último antepasado común del «Homo neanderthalensis» y el «Homo sapiens», o pertenecer a la época en la que estos linajes modernos y arcaicos divergieron (hace entre 550 000 y 765 000 años). El equipo explica sus hallazgos en un artículo reciente firmado por el doctor Duval del Centro Australiano de Investigación sobre Evolución Humana de la Universidad Griffith (Australia), y publicado en la revista «Quaternary Geochronology». El sistema de cuevas de Atapuerca es uno de los yacimientos con más fósiles humanos primigenios y herramientas de piedra del mundo. De Gran Dolina TD6, el yacimiento de Atapuerca de donde proviene el diente, se han extraído desde los años noventa del siglo pasado ciento sesenta fósiles humanos, y todos se consideran pertenecientes a una especie: «H. antecessor». La enorme antigüedad del diente fósil obligó a descartar la datación mediante carbono como medio para determinar su edad. Así, los investigadores adoptaron un método de última generación utilizado hace poco en dientes humanos mucho más recientes. El método es una combinación de otros dos: resonancia paramagnética electrónica (ESR, por sus siglas en inglés) y datación por series de uranio. En otros yacimientos de Europa occidental, se han encontrado fósiles humanos de mayor antigüedad que no han podido atribuirse a una especie humana fósil en concreto, a diferencia de los especímenes de TD6. Las dificultades de la datación directa La ESR mide la radiación natural absorbida por un material desde su formación. Antes de aplicar este método, los investigadores utilizaron datación por series de uranio para garantizar que la concentración de este elemento en los dientes era homogénea en toda la pieza dental y que no se había filtrado uranio de los tejidos dentales. No obstante, a pesar de la idoneidad del diente, este método presentó varios retos. El primero surgió a raíz de un escáner anterior de microtomografía computarizada de rayos X realizado al fósil, radiación que se añadió a la que había absorbido con el paso del tiempo. Partiendo de los datos de un escáner de un diente humano moderno como base para la comparación, los investigadores calcularon una dosis de rayos X de cerca del 1 % de la dosis geológica, desviación que se tuvo en cuenta a la hora de calcular la edad del diente. Además, para la datación mediante carbono solo es necesario analizar la muestra, mientras que para el método combinado de ESR y series de uranio se precisan sedimentos de la zona en torno al fósil. Sin embargo, cuando se encontró el fósil en 2004, no se recogió dicho material. Este problema se superó obteniendo distintas mediciones y muestras de sedimentos del yacimiento correlacionadas con los datos espaciales y estratigráficos de la base de datos de la excavación. Los análisis de los investigadores también mostraron una concentración sorprendentemente alta de uranio en la capa de esmalte del diente. No obstante, una investigación en profundidad determinó que la contaminación se sitúa en la dentina, el tejido dental bajo el esmalte. La dentina es diez veces menos sensible a la radiación que el esmalte y sus concentraciones de uranio suelen ser mucho mayores, lo cual podría haber conducido a una infravaloración de la edad del fósil si no se hubiera detectado el problema. Los hallazgos de los científicos indican los retos a los que se enfrentó el equipo al datar fósiles humanos mediante ESR. Tener presentes estas complicaciones ayudará a mejorar los análisis de datación directa de fósiles homínidos que se realicen en un futuro. HR_ESR (Developing High Resolution Electron Spin Resonance (ESR) dating of fossil teeth: contribution to the chronology of early hominid occupations in the Mediterranean area) ya ha concluido, pero sin duda amplió el conocimiento que se posee sobre los primeros asentamientos de homínidos en el Mediterráneo. Para más información, consulte: Página web del proyecto en CORDIS
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