Una nueva tecnología da vida al patrimonio cultural submarino de Europa
La historia y el singular patrimonio cultural de Europa no se limitan solo a la tierra firme, sino que también se pueden encontrar debajo del agua. Ya sea un antiguo balneario romano, los restos de un barco mercante o tesoros sumergidos, el suelo marino suele estar plagado de bienes culturales únicos. Lamentablemente, al estar en el fondo del mar, dichos yacimientos han sido sumamente subestimados por parte del público. «Más allá de la importancia que pueda tener un yacimiento perteneciente al patrimonio cultural submarino, la mayor parte es esencialmente inalcanzable incluso para un buzo profesional», afirma Dimitrios Skarlatos, profesor asociado de Ingeniería Civil y Geomática en la Universidad Tecnológica de Chipre y coordinador del proyecto iMARECULTURE. Al aprovechar las nuevas tecnologías inmersivas, como la realidad aumentada y la realidad virtual, el proyecto iMARECULTURE, financiado con fondos europeos, contribuye a que el patrimonio cultural submarino de Europa sea más accesible al público en general.
Mejorar los recorridos submarinos
Según Skarlatos, el proyecto se propone no solo hacer que el patrimonio cultural submarino sea más tangible, sino también concienciar al público, así como a los buzos, sobre por qué es importante conservar este excepcional patrimonio. En cuanto a esto último, el proyecto desarrolló una innovadora tableta submarina de realidad aumentada que sirve como guía virtual. El dispositivo mejora la visita a dichos yacimientos y explica la importancia de garantizar su conservación. Tomemos como ejemplo la ciudad sumergida de Bayas. Hace unos 2 000 años era un popular balneario romano. Actualmente, sus lujosas villas reposan en el suelo marino justo enfrente de la costa de Nápoles. Según explica Skarlatos: «La tableta del proyecto iMARECULTURE permite que sumergirse en este yacimiento sea aún más atractivo, al ofrecer representaciones en tres dimensiones de cómo habría sido en la época romana. Al utilizar estas representaciones de realidad aumentada, el buzo puede explorar virtualmente la antigua ciudad de Bayas en todo su esplendor del pasado». Skarlatos destaca que, una vez que esté totalmente desarrollada, la tableta ofrecerá varias aplicaciones prometedoras. Además de mejorar las visitas submarinas, también podría usarse como una herramienta científica, al permitir que los investigadores submarinos de cualquier disciplina puedan tomar notas, así como geoposicionar fotografías y ubicaciones de nuevos hallazgos, o bien superponer información sobre un descubrimiento específico al instante. «Las posibilidades son realmente infinitas», añade Skarlatos.
Despertar nuestra curiosidad
En cuanto al público en general, el proyecto utiliza la realidad virtual como una herramienta de valorización para hacer que los yacimientos submarinos sean más accesibles a través de visitas virtuales, juegos serios y museos interactivos. Las denominadas «visitas en seco» están disponibles mediante teléfonos móviles, cascos de realidad virtual, pantallas holográficas, etc. «Al utilizar los vídeos, los datos y las imágenes tomadas, el público en general puede explorar yacimientos submarinos tan únicos como los pecios de Xlendi y Mazotos sin tener que abandonar tierra firme. Incluso existe una función que permite al espectador experimentar cómo serían esos yacimientos si estuviesen buceando», afirma Skarlatos. Actualmente, los investigadores del proyecto examinan cuál es la mejor manera de añadir nuevos yacimientos a las visitas de realidad virtual. «Las personas se sienten atraídas de forma natural por lo desconocido y los lugares que están fuera de su alcance. Con la ayuda de las tecnologías emergentes podemos transformar esta curiosidad en una pasión por la conservación del sinfín de yacimientos del patrimonio cultural europeo, tanto en tierra firme como bajo el mar», comenta Skarlatos.
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