La tecnología de interferencia intencionada neutraliza de forma segura los drones peligrosos
Los drones son pequeñas aeronaves pilotadas a distancia, ya sea de ala fija o de tipo helicóptero. Antes solo se utilizaban con aplicaciones militares, pero ahora los drones han irrumpido en el mercado civil. Se utilizan sobre todo como plataformas para cámaras, pero también cada vez más para servicios de mensajería. El auge del mercado de los drones civiles plantea problemas de seguridad y privacidad. El mismo dron que entrega una pizza o un paquete también podría transportar una carga con fines terroristas. Este peligro es real. Por ejemplo, solo durante 2015, los drones se utilizaron más de treinta veces para introducir productos de contrabando en las prisiones británicas. Durante 2016, el Estado Islámico utilizó drones diseñados con fines comerciales para vigilancia y el envío de bombas. Ya se han producido otras infracciones e incidentes de seguridad, incluso en aeropuertos. Las autoridades de seguridad necesitan una forma de neutralizar los drones peligrosos y, al mismo tiempo, permitir su uso legal, y el proyecto KNOX, financiado con fondos europeos, proporciona esta solución. El equipo del proyecto optimizó la tecnología, la probó en operaciones reales y preparó el sistema para su comercialización.
Equipo de interferencia intencionada
KNOX rastrea los drones que se acercan. Normalmente se trata de un sistema de montaje en poste, que puede colocarse alrededor de instalaciones seguras. Su flexibilidad y escalabilidad permiten que pueda instalarse de otras formas, como el montaje en paredes perimetrales. Está compuesto por detectores de radio (conocidos como «Watchdogs»), bloqueadores de radio («Dobermans»), un sistema de radar (llamado «The Eagle») y un sistema de control (Iris/Argos). Los «Watchdogs» o perros guardianes rodean un edificio, con «The Eagle» (El Águila) en el centro del conjunto. Cada perro guardián explora un ángulo de 60 grados, en busca de señales entre el controlador y el dron. El Águila escanea en 360 grados para detectar las hélices y rastrear la trayectoria de vuelo. Si algún dron se acerca demasiado, el «Doberman» bloquea las radiofrecuencias que controla. «La interferencia intencionada es ilegal en la mayoría de los países, a menos que se trate de la policía o el ejército», dice la coordinadora Nanna Tribler, de la empresa coordinadora MyDefence. Incluso entonces puede ser difícil obtener la autorización. Aunque el equipo era consciente de las restricciones de la aprobación danesa antes de comenzar el proyecto, estas seguían limitando la investigación hasta cierto punto. No obstante, los investigadores obtuvieron permisos especiales para realizar pruebas en una base militar danesa y permisos menos restringidos para Finlandia e Israel, donde la investigación sobre interferencias está menos controlada.
Pruebas con éxito
A pesar de los obstáculos, el equipo de KNOX ha probado con éxito el sistema en más de doscientas situaciones reales, como alrededores de prisiones y otros lugares, como comisarías, estadios deportivos, centros urbanos e instalaciones militares. El sistema también se montó en vehículos militares. Las pruebas detuvieron con éxito la infiltración de drones no autorizados en espacios seguros. «Nuestro método de interferencia intencionada ya es el más compacto del mercado y ha demostrado ser muy eficaz con un mínimo de daños colaterales», informa Tribler. A partir de las pruebas, los investigadores elaboraron un conjunto de procedimientos operativos. El estudio también identificó la necesidad de registro y control del tráfico aéreo de todos los drones, además de una regulación más estricta en términos generales. Los investigadores presentarán los argumentos a favor de tales medidas a las autoridades competentes de la Unión Europea (UE). Tras el éxito de las pruebas, los miembros del proyecto están considerando la posibilidad de solicitar la financiación de la fase 3 del Instrumento PYME de la UE. Mientras tanto, el desarrollo del sistema continúa. El estudio de mercado del proyecto reveló posibles nuevas oportunidades dentro de la industria de defensa europea. En última instancia, KNOX se comercializará como un sistema antidrones comercial de última generación. La disponibilidad comercial proporcionará a las autoridades de seguridad opciones que hasta ahora no existían para neutralizar los drones peligrosos, lo que supondrá una mayor seguridad y protección para los europeos.
Palabras clave
KNOX, dron, interferencia intencionada, militar, seguridad, amenaza, radiofrecuencias, defensa
