Un calzado respetuoso con el medio ambiente y sin piel hecho de materiales biológicos
En la actualidad, la piel de los animales se usa como fuente de cuero natural para la industria del calzado, lo que constituye una gran fuente de preocupación sobre el medio ambiente y la sostenibilidad. Esto se debe a que el ganado necesita enormes cantidades de alimento, pasto, agua y combustibles fósiles, y las pieles y pellejos de los animales necesitan ser curadas para estabilizarse, lo que resulta en una considerable contaminación del aire y los cursos de agua, además de tener efectos nocivos para nuestra salud. Una alternativa es la piel sintética que produce la industria química, pero también genera impactos medioambientales relacionados con la contaminación por plástico, la huella de carbono y la liberación de productos químicos tóxicos al medio ambiente. Por ello, es de extrema urgencia desarrollar nuevas alternativas tanto para el cuero sintético como para el de origen animal. El proyecto BacLEATHER, financiado con fondos europeos, abordó este reto mediante el desarrollo de un material ecológico similar al cuero que necesita menos tiempo, agua y energía para su fabricación y no utiliza productos químicos dañinos. «Este “cuero sofisticado” puede proporcionar una alternativa segura, sostenible y económica al cuero para la industria del calzado», afirma Concepción García, responsable del proyecto y cofundadora y directora general de la pyme española Patent Shoes.
Un nuevo método
El cuero sintético suele hacerse uniendo una capa de plástico a una base de tela. Sin embargo, en función del tipo de plástico utilizado, el impacto medioambiental del material es diferente. En la actualidad, se usan varios materiales para producir cuero sintético, pero el cloruro de polivinilo (PVC) y el poliuretano (PU) son los más utilizados. Estos materiales no representan una alternativa sostenible y ecológica al cuero de origen animal, debido a la liberación de sustancias tóxicas durante el procesamiento y la eliminación de la piel sintética (PVC y PU). La pyme Patent Shoes respondió diseñando y desarrollando con éxito un proceso biotecnológico basado en microorganismos a escala de laboratorio para producir unas láminas de celulosa nanobacteriana (NBC, por sus siglas en inglés). Mediante un sencillo proceso de teñido e impermeabilización, las láminas producen un material con características muy similares al cuero de origen animal, BacLEATHER, que la industria del calzado puede utilizar como sustituto del cuero. El material se basa en una mezcla de bacterias y células de levadura que funcionan como cultivo simbiótico para producir una biopelícula y formar una matriz de NBC. «BacLEATHER se obtiene de la fermentación de estos cultivos para producir un biopolímero fuerte de espesor controlable, que se puede teñir, secar, pegar y coser. Después de procesarse, sus propiedades son como las del cuero de origen animal que se usa en la industria del calzado», explica García.
Un impulso a la economía circular
Debido a las características hidrofílicas de la celulosa bacteriana, es necesario realizar un paso específico para hacer que el material sea resistente al agua. García señala: «Utilizamos un material 100 % biodegradable que también es compostable y puede unirse al biopolímero. Además da a BacLEATHER un aspecto similar al del charol. Durante la producción de nuestro biocuero sofisticado no se utilizan productos químicos tóxicos y se emplean recursos renovables, lo que permite al sector avanzar hacia una economía circular sin impacto medioambiental». Según García, el objetivo final es que Patent Shoes sea la primera empresa del mundo en producir un producto biodegradable (biocuero) previa solicitud y a escala industrial para la fabricación de calzado. «Dado que BacLEATHER está hecho de materiales biológicos, reciclables, no tóxicos y de bajo coste en cuanto al consumo energético y de agua, no solo beneficiará a la industria del calzado, sino que también ayudará a mitigar los efectos del cambio climático», señala.
Palabras clave
BacLEATHER, cuero, calzado, cloruro de polivinilo (PVC), poliuretano (PU), celulosa nanobacteriana (NBC), biopolímero