La búsqueda de vida en otros planetas se está poniendo interesante
Desde el momento histórico en el que se descubrió por primera vez un planeta orbitando alrededor de una estrella similar al Sol, en 1995, se han descubierto más de cuatro mil exoplanetas, y el ritmo sigue aumentando. Algunos son gigantes gaseosos, como Júpiter (llamados jupíteres calientes), pero otros son terrestres; estos son los más atractivos cuando hablamos de exoplanetas donde podría haber vida. Gracias a la financiación de la UE, el ambicioso proyecto SPECULOOS ha permitido crear una red de telescopios terrestres innovadores. El descubrimiento de vida en otros planetas podría estar mucho más cerca de lo que nos imaginamos.
Pide una estrella
Michaël Gillon, coordinador del proyecto, siempre soñó con encontrar vida fuera de la Tierra. Este sueño se empezó a concretar con el prototipo de SPECULOOS en 2011, en el telescopio robótico de 60 cm TRAPPIST de Chile de la Universidad de Lieja para supervisar unas cincuenta enanas rojas, las más cercanas y brillantes y muy frías. Estas estrellas están consideradas como los mejores objetos para detectar biofirmas espectroscópicas con la nueva generación de telescopios gigantes. Uno de ellos es el telescopio espacial James Webb [JWST], cuyo lanzamiento está previsto para 2021. En 2015, el prototipo SPECULOOS ya había encontrado una señal exoplanetaria clara en una de las cincuenta enanas ultrafrías. Gillon continúa: «En 2016 obtuvimos muchos más datos e indicaban la existencia de siete planetas del tamaño de la tierra y de clima templado alrededor de esta pequeña estrella. Estos planetas forman parte del que ahora se conoce como sistema planetario TRAPPIST-1 y todos ellos podrían contener agua en forma líquida en su superficie. Además, todos ellos son perfectos para estudios atmosféricos detallados». El descubrimiento llevó a una rueda de prensa en la sede central de la NASA, en Washington DC, EE. UU., y a una avalancha de publicaciones, también en las prestigiosas revistas Nature y Nature Astronomy.
Una aguja en un pajar
A pesar de los emocionantes avances del prototipo SPECULOOS, detectar exoplanetas potencialmente habitables y a años luz de distancia no es una tarea fácil. Los astrónomos suelen basarse en una especie de minieclipse, una disminución de la luz emitida por la estrella que se produce con una regularidad predecible y durante un periodo de tiempo calculable, y que indica que hay un objeto en tránsito. Aparte de la dificultad técnica intrínseca, la frecuencia relativa de esos planetas alrededor de estrellas como el Sol es desconocida, y para encontrar más hace falta mucho tiempo y paciencia.
Una búsqueda más dinámica de planetas habitables
Hay unas mil enanas rojas suficientemente cercanas y brillantes como para que sea posible estudiar la atmósfera de los planetas (de tamaño similar al de la Tierra) que las orbitan con la ayuda del JWST. Gillon quiere estudiarlas todas. Gracias a la financiación de la UE y a la cooperación internacional, ahora la red dispone de ocho telescopios robóticos y terrestres. Están en cuatro ubicaciones diferentes y abarcan tanto el hemisferio norte como el sur, a fin de optimizar al máximo las posibilidades de detectar exoplanetas en su tránsito por la estrella que orbitan. Gillon reflexiona: «Tras siglos de especulación, hemos entrado en una fase en la que la existencia de vida fuera del sistema solar está dentro de las hipótesis científicas comprobables. Esto es extraordinario. Si llegamos a descubrirla, nuestra visión del universo y de nuestro lugar en él cambiará para siempre. Mientras tanto, el proyecto analizará la diversidad de planetas terrestres en la galaxia».
Palabras clave
SPECULOOS, planeta, estrella, exoplaneta, telescopio, atmosférico, enana ultrafría, TRAPPIST, telescopio terrestre, planeta habitable, robótica, tránsito, sistema solar, NASA, red de telescopios, espectroscópico