La permacultura y la acuaponía ofrecen a los europeos una fuente de alimentos inteligente
El abastecimiento de alimentos se hace a través de una cadena alimentaria larga e intrincada, que es compleja, integra muchos agentes e implica un elevado nivel de transformación de los alimentos. Sin embargo, en los últimos años se demandan productos de calidad con menores tiempos de transformación, lo cual genera la necesidad de contar con unos métodos de producción más sostenibles y ecológicos. Al mismo tiempo, los consumidores han manifestado su voluntad de cultivar sus propios alimentos según demuestra el creciente número de huertos urbanos presentes en barrios de toda Europa. Si bien han surgido algunas soluciones para atender esta necesidad, como los pequeños equipos e invernaderos, estas se ven limitadas por factores como la productividad, el tiempo, las habilidades, los costes y la logística. Otro motivo de preocupación es que estas soluciones a menudo se basan en el uso de productos químicos para evitar enfermedades o favorecer el crecimiento.
La solución
Como respuesta a la necesidad de una solución sostenible y respetuosa con el medio ambiente, el proyecto MYFOOD trabajó para subsanar la falta de conocimientos sobre autonomía alimentaria y acuaponía aplicada. En palabras del coordinador del proyecto Matthieu Urban: «Nuestro concepto se basa en una producción local y casera de alimentos que es sostenible, eficiente, adaptable y versátil». A lo que añade: «Hemos desarrollado una solución de invernadero inteligente en miniatura para el cultivo de verduras, fruta y pescado a través de un método de permacultura y acuaponía» Esta solución es sostenible, porque utiliza recursos reciclados, energía solar y minimiza los desechos. Además, es respetuosa con el medio ambiente, porque reduce la huella de carbono de la transformación de alimentos y no emplea productos químicos. La tecnología inteligente es una característica fundamental de la solución MYFOOD que minimiza la necesidad de aportaciones del usuario, de forma que finalmente reduce su frustración.
Fase 1: apertura de puertas de oportunidad
MYFOOD llevó a cabo un estudio de viabilidad para que les ayudara a garantizar su proyecto desde un punto de vista técnico, comercial y financiero. «La fase 1 nos brindó la oportunidad de confirmar que nuestro producto se ajusta a las necesidades y expectativas del mercado», comenta Urban. En el estudio, también se aseguraron de que el proyecto contaba con la estrategia adecuada en términos de comunicación y comercialización. Además, les permitió fijar los objetivos de desarrollo del producto. Urban comenta: «La fase 1 también nos proporcionó una mejor comprensión de los mercados a los que podríamos exportar. Tenemos una idea más clara sobre cómo nuestro producto encaja en los países de habla francesa». Un gran logro del proyecto fue mejorar la comprensión sobre cómo el producto encajará en otros países europeos.
El futuro
El proyecto está solicitando la fase 2. Urban comunica: «Ahora nos encontramos en la fase de desarrollo, cuando buscamos expandir nuestra solución y lanzar el producto a Europa». El proyecto tiene como objetivo mercados como el alemán, austriaco o suizo; zonas con un gran mercado potencial. «Contamos con un producto muy innovador y es fundamental que encontremos una forma de hacerlo llegar a nuestros clientes, para que conozcan nuestra marca y comprendan nuestro valor», señala Urban. El proyecto espera aportar unos beneficios fundamentales para la sociedad y el medio ambiente. Con este proyecto estiman obtener un beneficio de 14 millones de euros y un retorno de la inversión de 5 millones de euros al cabo de cinco años.
Palabras clave
MYFOOD, sostenible, invernadero, acuaponía, sin productos químicos, respetuoso con el medio ambiente, huella de carbono, producción ecológica