Llegó el momento de emplear la historia militar para disminuir el poder de los nuevos nacionalistas
Los nacionalistas están ganando apoyo de nuevo al establecer un relato del «ellos» y «nosotros» sobre conflictos armados pasados en pos de servir a sus objetivos políticos actuales. El proyecto europeo UNREST (Unsettling Remembering and Social Cohesion in Transnational Europe) estudió museos de guerra y exhumaciones de los cuerpos de las víctimas de guerras para examinar métodos históricos que puedan contrastar las narrativas nacionalistas. «Debería ser posible animar a los creadores de museos a adoptar formas de diálogo histórico que puedan implicar mejor a los nacionalismos vernáculos en la Europa contemporánea», escribe Stefan Berger, coordinador del proyecto UNREST, en «Is the Memory of War in Contemporary Europe Enhancing Historical Dialogue?». El artículo, una de las casi doce publicaciones confeccionadas durante el proyecto, será publicado por Routledge en su serie «Studies in Genocide and Crimes Against Humanity». Los investigadores descubrieron que los museos de guerra estudiados durante el proyecto adoptan principalmente una visión demasiado simplista de «bondad» y «maldad». Lo peor es tratar a la nación anfitriona como un «maestro histórico» superior que derrotó a sus enemigos en el pasado, una visión «antagónica», del que se hacen eco los nacionalistas. Con todo, la mayoría de los museos adopta una visión «cosmopolita», que si bien es mejor, no beneficia a la sociedad. «En lugar de comprender la violencia del pasado y promover la autorreflexión sobre las razones subyacentes, el cosmopolitismo condena la violencia del pasado con referencias a valores universales abstractos», escribe Berger. Su comprensible enfoque de las víctimas de guerra a menudo deja fuera la perspectiva del perpetrador, la gran cantidad de participantes difíciles de clasificar y el hecho de que las víctimas pueden convertirse en perpetradores y viceversa. Un camino hacia el brexit El Museo Imperial de la Guerra de Londres adopta una visión «antagónica», según los investigadores, con representaciones heroicas de soldados británicos en la Primera Guerra Mundial en contraposición con muestras de estadísticas que representan principalmente a los soldados de las otras naciones participantes. «Podemos observar la marcada memoria antagónica promovida por el bando a favor del brexit, que diferencia entre un “nosotros” británicos moralmente “buenos” de los alemanes moralmente “malvados” que les dicen lo que tienen que hacer y que están personificados por la UE», comentó Berger. Para los investigadores, el museo del «cosmopolitismo» por excelencia es la Casa de la Historia Europea, inaugurada en Bruselas en 2017, que simplifica el relato para ofrecer una visión aséptica del pasado. «El museo fomenta un diálogo con el pasado que plantea una historia violenta de guerra y genocidio contra la promesa de paz, estabilidad y modernidad europeas», escribe Berger. «Evita representar directamente los conflictos entre diferentes estados nacionales europeos que todavía están participando en conflictos en Europa hoy en día». Los investigadores desarrollaron el concepto de una tercera vía mejor: la visión «agonista», basada en el trabajo de la filósofa Chantal Mouffe. Encontraron ejemplos en museos y, además, organizaron una exposición con el título provocador de «Krieg. Macht. Sinn» (La guerra tiene sentido) en Essen, Alemania, y una obra de teatro, «Donde el bosque se espesa», que se estrenó en España, para poner a prueba la narrativa agonista con el público. También la observan en la exhumación de las víctimas de la dictadura de Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. «Las exhumaciones desafían la narrativa hegemónica de la memoria establecida durante la transición a la democracia en España que subraya la existencia de perpetradores y víctimas en “ambos lados” del conflicto y mantiene un silencio prolijo sobre las víctimas de izquierda, aún enterradas en tumbas anónimas», explica Berger
Palabras clave
UNREST, nacionalistas, antagonista, cosmopolita, agonista, Museo Imperial de la Guerra, brexit, Guerra Civil Española, Casa de la Historia Europea