Menos residuos alimentarios gracias a la innovación social
La innovación conducente a lograr sistemas alimentarios más sostenibles no se limita a mejorar la tecnología y las actividades de comunicación correspondientes, sino que debe incluir en una posición preeminente la innovación social, según declaró Sophie Easteal, del proyecto financiado por el 7PM FUSIONS («Food Use for Social Innovation by Optimising Waste Prevention Strategies»), durante la Semana Verde celebrada en Bruselas a principios de mes. En representación de WRAP (Reino Unido) uno de los veintiún socios de FUSIONS, Sophie Easteal presentó la labor del proyecto, diseñado para lograr una Europa que emplee sus recursos con mayor eficacia mediante una reducción importante de los alimentos que desecha. Los desechos de productos alimentarios generan importantes problemas medioambientales, económicos y sociales. Se calcula que la producción de alimentos y su posterior consumo en la Unión Europea son responsables de entre el veinte y el treinta por ciento del total de las repercusiones medioambientales de la UE. Además, existen estimaciones que apuntan a que, de media, cada hogar podría ahorrar 595 euros al año con los desechos alimentarios que pueden evitarse. Las estadísticas ponen además de manifiesto un desequilibrio extraordinario a nivel mundial, pues entre un tercio y la mitad de la producción actual de comida acaba desechada, mientras que 868 millones de personas (el 12 % de la población mundial) sufren de malnutrición. FUSIONS se creó para solucionar este problema empleando distintos enfoques, como por ejemplo el estudio de la utilidad de la innovación social a la hora de reducir los desperdicios de comida. Pero antes conviene definir qué es exactamente la innovación social. Sophie Easteal aportó una explicación: «Describimos [la innovación social] como ideas nuevas que tratan sobre necesidades sociales y crean relaciones sociales nuevas [...] Ya contamos con actividades tecnológicas y de comunicación, pero la innovación social es capaz de impulsar un cambio en el comportamiento que puede resultar bastante contundente». La innovación social puede consistir en una combinación novedosa de actividades ya existentes más allá de los límites sectoriales o disciplinarios de tal forma que se entablen relaciones nuevas. Según Sophie Easteal, esta vocación de creación de relaciones es una característica de mucho peso y única de la innovación social. En este tipo de innovación tiene cabida, por ejemplo, una iniciativa destinada a redistribuir alimentos por medio de una alianza entre empresas alimentarias con excedentes y organizaciones benéficas necesitadas. FUSIONS elaboró un registro de iniciativas de innovación social existentes que se dedican a reducir los desperdicios alimentarios en la UE. Su objetivo consiste en difundir buenas prácticas y además servir de catalizador de ideas nuevas y de su adopción en otros sectores o países. Sophie Easteal declaró en relación con este registro: «Destaca sobre todo la variedad de iniciativas que ya están en marcha y dedicadas a a todo aspecto imaginable. Considero que sirve de muestra de la cantidad de esfuerzo que se está realizando para reducir los desechos de alimentos y de la capacidad que existe para aprender unos de otros. Este registro se actualizará en el transcurso del proyecto, por lo que agradeceremos recibir más ejemplos». En el proyecto se ejecutan además distintos estudios de viabilidad. Se otorgaron fondos a ocho proyectos distintos de toda Europa y ello sirvió para indagar en la innovación social como solución a los desperdicios de productos alimentarios. Por ejemplo, FUSIONS trabaja en Grecia con un proyecto escolar cuya labor incluye la creación de herramientas pedagógicas innovadoras que ayuden a padres, hijos, educadores y cocineros a generar menos desperdicios. Otro proyecto consiste en la puesta en marcha de supermercados sociales partiendo de la experiencia con otros de este tipo en Francia y Austria. Los proyectos se evaluarán en términos cuantitativos (en qué medida han reducido los desperdicios, cuánta gente ha participado) y se observará la adopción de ideas y retos nuevos. Otros paquetes de trabajo de FUSIONS, dirigidos por Stichting Dienst Landbouwkundig Onderzoek (DLO, Países Bajos), abordan el problema de los desperdicios alimentarios desde puntos de vista distintos, por ejemplo, mediante un análisis de los métodos existentes de obtención de datos a fin de presentar una propuesta de acción a la Comisión Europea. Sophie Easteal añadió: «Obtener datos de calidad resulta fundamental para saber a qué nos enfrentamos, localizar los focos de acción y comparar distintos países y sectores para descubrir buenas prácticas». La organización a la que pertenece Sophie Easteal, WRAP, propició progresos importantes en el Reino Unido, en concreto, una reducción del 20 % de los desperdicios alimentarios desde 2007. Se espera que FUSIONS logre además contribuir al objetivo de la Unión Europea de reducir estos desperdicios a la mitad para 2030.Para más información, consulte: Semana Verde http://www.greenweek2014.eu/index.html FUSIONS http://www.eu-fusions.org/ Ficha informativa del proyecto