La telaraña orbicular y la evolución de las arañas
Un equipo científico internacional ha descubierto que las arañas que tejen unas redes extraordinarias denominadas telarañas orbiculares probablemente tengan un origen evolutivo común. Los descubrimientos del estudio, publicados en Proceedings of the Royal Society, sugieren que la diversificación de las telarañas es un proceso que responde a la necesidad de ocupar nuevos hábitats naturales como troncos y tallos y de explotar los recursos de un modo más eficiente. Las arañas son uno de los grupos faunísticos más antiguos de los hábitats terrestres. Su registro fósil se inicia en el Devónico (hace 380 millones de años). Con cerca de 40 000 especies descritas, son los artrópodos dominantes como depredadores de microfauna en el entorno natural. En este estudio han participado investigadores de Dinamarca, Alemania, México, España y Estados Unidos, quienes han aplicado técnicas de biología molecular y bioinformática para examinar patrones evolutivos y realizar análisis filogenéticos de secuencias de ADN (ácido desoxirribonucleico). Concretamente estudiaron las diferencias moleculares en la secuencia de seis genes a partir de una muestra taxonómica que incluye 291 especies de arañas, con representantes de 21 de las 22 familias de arañas orbiculares existentes. «Este trabajo científico incluye la muestra taxonómica más completa que se haya estudiado hasta el momento, en cuanto al número de especies y de familias representadas, con el objetivo de conocer la filogenia de las arañas que fabrican telarañas orbiculares, mediante el análisis de secuencias de ADN de todos los marcadores genéticos disponibles», aclaró el profesor Miquel A. Arnedo del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona (España) y coautor del estudio. Las arañas orbiculares surgieron hace unos 200 millones de años, en el Triásico Medio, y se diversificaron rápidamente durante el final del Triásico y el inicio del Jurásico. «En el artículo apuntamos que las modificaciones de las telarañas van dirigidas a ocupar nuevos hábitats de un modo más eficiente y a hacer un mejor uso de los recursos tróficos en los ecosistemas», indicó Miquel A. Arnedo. «Es decir, la abundancia de presas y la complejidad estructural del hábitat son factores que han tenido un papel más importante que el de la diversificación de la presa. Es más, según nuestro estudio, la explosión biológica de las telarañas orbiculares no coincidiría en el tiempo con la diversificación de los insectos», añadió. «Las arañas son depredadores generalistas y son pocos los casos en los que se especializan en un tipo de presa concreto. Además, la mayoría de las arañas no construyen telarañas orbiculares o las hacen con formas más irregulares. No es tejer telarañas lo que ha permitido la diversificación de las arañas sino producir seda, dos cosas muy distintas. Los hilos de seda, generados por muchas especies de arácnidos, sirven para anclarse, desplazarse, construir nidos, proteger la puesta, etc.». El equipo también descubrió que las arañas han diseñado distintas estrategias para capturar presas. Las telarañas orbiculares, difíciles de construir y muy flexibles y resistentes, son el resultado de un complejo patrón de comportamiento estereotipado en las arañas. En palabras del profesor Arnedo: «La gran diversificación estalló con la seda pegajosa, un material más eficiente y fácil de producir para la araña. En nuestro estudio, comprobamos que todas las innovaciones evolutivas que han tenido lugar a partir de una tela orbicular ancestral aparecen de manera independiente, tienen un coste energético menor para la araña y exigen menos pautas comportamentales.»Para más información, consulte: Universidad de Barcelona: http://www.ub.edu/web/ub/es/index.html Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences: http://rspb.royalsocietypublishing.org/
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España