La inhibición de proteínas permite retrasar la aparición de metástasis óseas
Unos investigadores franceses han descubierto un modo de retrasar la metástasis ósea. En el Congreso Europeo Multidisciplinar de Cáncer celebrado recientemente en Estocolmo (Suecia), el profesor Stéphane Oudard, del departamento de oncología del Hospital Georges Pompidou (Francia), señaló que la inhibición de una proteína implicada en el metabolismo de los huesos permite retrasar la aparición de metástasis óseas, una complicación común que afecta a pacientes con un tipo determinado de cáncer de próstata. Tal y como indicó el profesor Oudard, el trabajo de investigación sobre los efectos del anticuerpo monoclonal denosumab (XGEVA TM) llevado a cabo por su equipo constituye el primer ensayo clínico a gran escala que ha demostrado un efecto de este tipo. Según la Organización Europea del Cáncer (ECCO), alrededor del 90 % de aquellos pacientes con cáncer de próstata que no pueden recibir tratamiento hormonal sufren metástasis óseas. Generalmente, el comienzo de la metástasis indica que el cáncer se encuentra en una fase crónica, que irá seguida de una fase terminal. En última instancia, el paciente padece problemas tanto psicológicos como físicos, entre los que se incluyen las fracturas y la compresión de la médula espinal. «La posibilidad de retrasar este fenómeno tiene una gran importancia», tal y como indica el profesor Oudard. «Hemos demostrado que el empleo de denosumab en un grupo de pacientes puede retardar algo más de cuatro meses la aparición de metástasis óseas.» La proteína RANKL, inhibida por este fármaco, tiene un papel muy importante en la formación de osteoclastos. Estas células destruyen el hueso, al contrario que los osteoblastos, que participan en su formación. Impidiendo la formación de osteoclastos es posible detener la destrucción del tejido óseo, reforzando así su capacidad para combatir el desarrollo de metástasis. En total, se estudió a un total de 1 432 pacientes masculinos, separados aleatoriamente en dos grupos: a uno de ellos se le administró el fármaco activo, y a otro un placebo. A todos los pacientes se les recomendó tomar suplementos de calcio y vitamina D para mejorar la salud de los huesos. En julio de 2010, los investigadores observaron que más de 660 pacientes habían desarrollado metástasis óseas o, en los peores casos, fallecido. Una vez desenmascarado el ciego, el equipo investigador evaluó los resultados del ensayo. «Descubrimos que, en comparación con el placebo, el denosumab prolongaba considerablemente la supervivencia sin metástasis óseas, manteniéndose estos resultados entre los diferentes subgrupos de la enfermedad, independientemente de variables demográficas como la edad, la etnia y la localización geográfica», indicó el profesor Oudard. «A la vista de estos resultados, podemos concluir que el denosumab retrasa la aparición de metástasis óseas en pacientes que cumplan los requisitos de mostrar un valor elevado de antígeno prostático específico (PSA) y/o un tiempo de doblaje de PSA corto, independientemente de otras características de los pacientes. Teniendo en cuenta que en la actualidad no existe ningún tratamiento efectivo para este estado de la enfermedad, este hallazgo es muy significativo.» Las estadísticas demuestran que los pacientes con metástasis óseas presentan un riesgo de fallecimiento cinco veces mayor que los pacientes sin estas metástasis. «En la actualidad, existen terapias efectivas tanto para el cáncer de próstata temprano (sensible a terapia hormonal) como para el avanzado (resistente a hormonas), pero este grupo de pacientes, resistentes a la terapia hormonal pero que todavía no han desarrollado metástasis, carecían de un tratamiento adecuado», señaló el profesor Oudard. «Nuestro ensayo ha demostrado que el denosumab prolonga el período que precede a la aparición de metástasis, durante el cual la calidad de vida de los pacientes no experimenta un empeoramiento significativo. Por primera vez, se ha demostrado que los tratamientos dirigidos al microambiente óseo pueden funcionar de esta manera. Creemos que, en el futuro, seremos capaces de mejorar este tratamiento combinando el denosumab con otros fármacos dirigidos.» El presidente de ECCO, el profesor Michael Baumann, ha declarado lo siguiente acerca de los resultados de este estudio: «Este ha sido el primer ensayo clínico a gran escala en demostrar que el tratamiento dirigido al microambiente óseo retrasa significativamente la aparición de metástasis óseas en pacientes de cáncer de próstata resistentes a la terapia hormonal y que presentan un elevado riesgo de metástasis. Lo verdaderamente sorprendente es que el tratamiento resulta válido por igual para todos los subgrupos de pacientes estudiados. Estos resultados ofrecen nuevas opciones terapéuticas para un considerable grupo de pacientes, y estimularán futuras investigaciones en esta área.»Para más información, consulte: Organización Europea del Cáncer (ECCO): http://www.ecco-org.eu/
Países
Francia, Suecia