Atraer a la juventud hacia la ciencia
Es de sobra conocido el gusto de los más jóvenes por los dispositivos electrónicos y la tecnología, pero esta predilección no se transforma en la elección de asignaturas y carreras científicas por parte de los mismos. El proyecto YOSCIWEB («Los jóvenes y la imagen de la ciencia en las páginas web») se propuso comprender qué hace atractiva la ciencia para la juventud y qué herramientas de Internet pueden utilizarse para lograr dicho fin. El proyecto recibió 489.122 euros de financiación mediante el Programa «Ciencia y Sociedad» perteneciente al Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE. La sociedad depende de la ciencia y la tecnología (CyT) para dar solución a los muchos retos que se presentan en la actualidad y a los que surgirán en el futuro. El continuo aumento del desinterés de los jóvenes (y sobre todo de las chicas) por los temas de CyT podría conllevar graves consecuencias para Europa. Para detener e invertir esta tendencia, la Unión Europea financia una serie de iniciativas que tratan de atraer a los jóvenes hacia la ciencia y fomentar las carreras científicas. En este sentido, el equipo del proyecto YOSCIWEB se centró en la imagen de la ciencia y estudió distintas formas de hacer ver que ésta dista mucho de ser inaccesible, aburrida y «pasada de moda». Los investigadores se decantaron por investigar los medios digitales para encontrar herramientas y métodos de comunicación de la ciencia a través de Internet pues estos son los canales utilizados por las nuevas generaciones. A partir de esta información se formularían directrices sobre mejores prácticas y recomendaciones para los interesados, en particular creadores de páginas web populares dedicadas a la ciencia. Los beneficios tendrían un efecto de cascada en la población adulta en general, un colectivo que también tiene dificultades para encontrar formas atractivas de introducirse en el mundo de la ciencia. El proyecto duró 27 meses y en él colaboraron 7 socios de Bulgaria, Estonia, Francia, Islandia, Países Bajos, España y Reino Unido. Además de evaluar la situación actual en términos generales, el equipo llevó a cabo un análisis en profundidad de varias páginas web concretas en el que participaron profesionales del ramo y un grupo de cerca de 400 jóvenes procedentes de los 7 países de procedencia de los socios. Descubrieron que, aunque por norma general las organizaciones de gran tamaño poseen páginas web de elevada complejidad, éstas no siempre se gestionan de la mejor manera posible. De hecho, los investigadores descubrieron que algunas organizaciones de menor tamaño o incluso individuos por su cuenta gestionan páginas web de gran calidad, mientras que algunas organizaciones científicas con grandes recursos ofrecen relativamente poca información científica en sus páginas. Los resultados también indicaron que se debe mostrar a los jóvenes ejemplos de científicos «normales» en su ambiente de trabajo diario y no sólo a científicos famosos. Una explicación clara de las posibilidades académicas y profesionales de un campo determinado de la ciencia contribuiría a que los jóvenes se hicieran una idea más clara de cómo se puede llegar a ser científico. El estilo de redacción también debe adecuarse al público objetivo y ser fáctico, preciso y accesible. No obstante, los investigadores descubrieron que la credibilidad y la integridad de los contenidos ayudarían a que otros científicos se animaran a contribuir a la página web. Además del contenido escrito, los expertos recomiendan el empleo de cuestionarios, animaciones, gráficos, vídeos, entrevistas, archivos de sonido, ilustraciones y fotografías y contenido audiovisual más avanzado (por ejemplo simulaciones de experimentos). Debido a que las tareas escolares llevan a menudo a los más jóvenes a buscar información científica, los expertos también sugieren que el contenido de las páginas web guarde relación, al menos en parte, con el plan de estudios escolar. Los diseñadores de sitios web también deben tener en cuenta a los profesores, pues si estos encuentran una página web útil pueden animarse a utilizarla junto con sus alumnos. Por supuesto, los contenidos no tienen por qué ofrecerse únicamente mediante la propia web, sino que podrían suministrarse al alumno (o profesor) a través de sindicación RSS, listas de correo electrónico y actualizaciones en redes sociales, entre otros medios. Por último, a pesar del gusto de los más jóvenes por los colores y las imágenes, prefieren una página neutra pero eficiente a una colorida, desorganizada o demasiado intrincada. En lo referente al aspecto, los expertos recomiendan que las páginas web sean atractivas sin ser demasiado luminosas ni cargadas de elementos. Puede descargar el informe completo sobre estas y otras recomendaciones en la página web de YOSCIWEB.