Un nuevo trigo más saludable
El pan integral y otros productos derivados del trigo son ricos en componentes saludables. Ahora una nueva investigación financiada con fondos comunitarios indica que la cantidad de fibra alimenticia, vitaminas y minerales que se puede obtener del trigo varía en gran medida dependiendo de la variedad de trigo utilizado. De hecho, algunas variedades aportan cuatro veces más elementos beneficiosos para la salud. Así se desprende del estudio HEALTHGRAIN, que sugiere la posibilidad de adaptar las variedades de trigo existentes o producir otras nuevas que proporcionen mayores beneficios para la salud. HEALTHGRAIN recibió cerca de 11 millones de euros por medio del área temática «Calidad y seguridad de los alimentos» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. En HEALTHGRAIN («Aprovechamiento de las características bioactivas de los granos de los cereales europeos para una mejor nutrición y salud») colaboran 40 organizaciones de 15 países europeos, entre los que se encuentran Bélgica, Alemania, Hungría y Polonia, que han realizado una investigación avanzada sobre los componentes de los cereales integrales beneficiosos para la salud. El proyecto, coordinado por el Centro de Investigación Técnica de Finlandia (VTT), comenzó en junio de 2005 y terminará el 31 de mayo de 2010. El objetivo principal de los investigadores consiste en impulsar la creación de alimentos nutritivos y prácticos basados en cereales que contengan gran cantidad de los tres componentes mencionados anteriormente y que además posean la capacidad de prevenir distintos tipos de enfermedades como las cardiovasculares o la diabetes de tipo 2. Estos descubrimientos recientes se suman al amplio corpus científico y tecnológico producido por el equipo desde el comienzo del proyecto y generarán beneficios considerables para consumidores, fitogenetistas y agentes de la cadena de procesado del trigo, entre otros. Los socios de HEALTHGRAIN han identificado marcadores de fibra alimentaria, tocoferoles (una sustancia química liposoluble básica para la salud humana conocida como vitamina E) y esteroles (compuestos químicos) que los fitogenetistas pueden utilizar en sus programas de mejora para aprovechar los genes que podrían promover ciertos compuestos bioactivos, sobre todo aquellos ubicados en el germoplasma no adaptado (colección de recursos genéticos de un organismo). Debido a la falta de sistemas de análisis rápidos y baratos, los investigadores están desarrollando nuevas herramientas (como por ejemplo técnicas de calibración por espectroscopía de infrarrojo cercano, marcadores moleculares y de anticuerpos) útiles para fitogenetistas, comerciantes y procesadores de grano así como para empresas del sector alimentario. Además de los estudios científicos básicos, HEALTHGRAIN ha creado durante los últimos cinco años una red de organizaciones de investigación, empresas y organizaciones de consumidores que seguirá en pie tras la finalización del proyecto al final de este mes. La función del foro HEALTHGRAIN, que posee su propia página web, consiste en difundir los resultados generados por el proyecto y fomentar nuevas investigaciones, facilitar la cooperación internacional y coordinar las actividades nacionales de investigación sobre el tema. El foro mantendrá su objetivo de descubrir las propiedades saludables de las gramíneas para su posterior producción y utilizará este conocimiento para contribuir al desarrollo, el procesado y la comercialización de alimentos saludables basados en cereales en consonancia con el estilo de vida de los consumidores. En este punto cabe preguntarse por la opinión de los consumidores acerca de una nueva generación de productos derivados de los cereales que poseen beneficios adicionales para la salud. Los estudios realizados por HEALTHGRAIN sobre las expectativas y percepciones de los consumidores europeos al respecto han revelado que los productos integrales tienen mejor consideración que los procedentes de harinas refinadas en cuanto a sanos y naturales. Además son más equilibrados desde el punto de vista nutritivo y son más saciantes. Estas opiniones estaban bastante extendidas entre los consumidores finlandeses, mientras que no tanto entre los italianos y británicos. En términos de poder adquisitivo, el estudio realizado por el equipo sobre los aspectos saludables atribuidos a estos alimentos indica una percepción positiva en Alemania, Finlandia y Reino Unido y negativa en Italia. Los resultados obtenidos sugieren que los productores podrían sacar provecho de dichos aspectos a la hora de comercializar productos integrales, si bien las estrategias a seguir deberán adaptarse a las circunstancias de cada país europeo. En la página web de HEALTHGRAIN se puede acceder a la gran cantidad de resultados obtenidos por el proyecto, la información básica recabada en relación a los productos integrales y un enlace al foro del proyecto.
Países
Finlandia