Secuenciada una especie de gramínea silvestre
Un equipo internacional de investigación ha logrado secuenciar la gramínea Brachypodium distachyon, una hierba silvestre relacionada con cereales tan importantes como el trigo, la cebada y la avena. El estudio, sobre el que se ha publicado un artículo en la revista Nature, forma parte del proyecto comunitario AGRON-OMICS («Red de crecimiento de la Arabidopsis con integración de tecnologías ómicas»), financiado con 12 millones de euros a través del área temática «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología aplicadas a la salud» del Sexto Programa Marco (6PM). La importancia de ciertas especies de gramíneas para el abastecimiento de alimentos es vital. Por otro lado, se observa un repunte de nuevos cultivos de gramíneas dedicados a la producción de materias primas y la generación de energía de manera sostenible. Sin embargo, expertos en la materia argumentan que el desconocimiento tanto de los mecanismos que rigen sus genes como de la composición de sus genomas extensos y complejos entorpece la mejora de estos cultivos. Mediante la secuenciación de la B. distachyon, los investigadores han dilucidado el desarrollo y la expansión de los genomas de las gramíneas. La dirección del estudio corrió a cargo del Centro John Innes (Reino Unido), la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos), el Instituto Conjunto del Genoma (JGI) del Departamento de Energía de Estados Unidos y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Los investigadores opinan que los resultados de su estudio indican que la B. distachyon puede ayudar a conocer mejor los genomas del trigo y la cebada, ambos relacionados pero mucho mayores y complejos. «Nuestro análisis del genoma de la Brachypodium es un recurso clave para asegurar fuentes sostenibles de alimento, pienso y combustible a partir de cultivos tradicionales como trigo, cebada y pastos para forraje, además de para el desarrollo de cultivos dedicados a la producción de bioenergía y recursos renovables», explicó el profesor Michael Bevan del Centro John Innes. «Hay ingenieros agrónomos que ya lo utilizan para identificar genes en el trigo y la cebada. Además ya se están conformando nuevos métodos de análisis genómico a gran escala de ambos cultivos gracias a las grandes similitudes que hemos descubierto en cuanto a organización y estructura de los genes.» El equipo indica que otra de las características excepcionales de la B. distachyon es que se desarrolla con rapidez pero también crece de forma compacta, lo que la convierte en un candidato perfecto para realizar estudios de laboratorio. «La comunidad científica puede emplear ahora recursos genéticos que estamos desarrollando en la Brachypodium para determinar las funciones de genes relacionados con la productividad de los cultivos de gramíneas», declaró el Dr. Philippe Vain del Departamento de Genética de Cultivos del Centro John Innes, quien también dirige un programa dedicado a proporcionar a investigadores recursos con los que identificar funciones genéticas. «De este modo se podría acelerar la investigación sobre producción sostenible de alimentos y nuevas formas de energía», añadió. Al estudio también contribuyeron científicos de Bélgica, China, Dinamarca, Francia, Alemania, Polonia, Corea del Sur, Suiza y Turquía. La coordinación del proyecto AGRON-OMICS, que comenzó en 2006 y concluirá en 2011, corre a cargo del Instituto Interuniversitario de Biotecnología de Flandes (VIB, Bélgica). Este proyecto integrado reúne a catorce laboratorios asociados de seis países europeos como Francia, Alemania, España, Suiza y Reino Unido.