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Un gran salto adelante para el estudio genético de las ranas

La rana ha entrado a formar parte del grupo de especies aún reducido pero en aumento cuyo genoma se ha secuenciado, después del del ser humano, el pollo, la rata y el ratón. Se trata de la primera secuencia genómica de un anfibio, concretamente la rana Xenopus tropicalis, y of...

La rana ha entrado a formar parte del grupo de especies aún reducido pero en aumento cuyo genoma se ha secuenciado, después del del ser humano, el pollo, la rata y el ratón. Se trata de la primera secuencia genómica de un anfibio, concretamente la rana Xenopus tropicalis, y ofrece un panorama completo de los genes de los vertebrados ancestrales, de forma que viene a cubrir una importante laguna que existía hasta la fecha en cuanto a la variedad de vertebrados con genoma secuenciado. Estos hallazgos son fruto de un estudio en el que participaron 48 investigadores de distintos países y sobre el que se ha publicado un artículo en la revista Science. A principios del siglo XX unos biólogos descubrieron que la X. tropicalis, originaria del África subsahariana, era excepcionalmente sensible a la gonadotropina coriónica humana (GCH), una hormona que se produce durante el embarazo. En las décadas de 1940 y 1950 se extendió el uso de esta especie como test de embarazo de bajo coste en muchos hospitales. El test consistía en inyectar a la rana una muestra de orina de una mujer y, si ésta estaba embarazada, la GCH que contendría su orina provocaría que la rana ovulase y produjera huevos en un plazo de diez horas. Gracias a la secuencia de la que se informa en el estudio referido, de gran calidad pese a no ser más que un borrador todavía, sabemos que el genoma de la X. tropicalis contiene más de 20.000 genes, muy cerca de los aproximadamente 23.000 genes que posee un ser humano. Al menos 1.700 genes de este anfibio son similares a otros genes asociados a enfermedades en el ser humano. Por consiguiente, un conocimiento más profundo de estas asombrosas similitudes podría significar también una mejor comprensión de diversos aspectos de nosotros mismos. Según el primer firmante del estudio, el Dr. Uffe Hellsten, del Joint Genome Institute perteneciente al Departamento de Energía de Estados Unidos, se observa una similitud llamativa entre regiones de genes específicos en los genomas de la rana, el pollo y el ser humano, lo cual indica que gran parte de la estructura o la organización de los cromosomas ha permanecido intacta a lo largo de la evolución. «Hay segmentos en el genoma de la Xenopus cuya estructura tiene una antigüedad de 360 millones de años y que ya formaban parte del genoma del último antepasado común a todas las aves, ranas, dinosaurios y mamíferos que han existido en el planeta Tierra», explicó el Dr. Hellsten. «La "arqueología cromosómica" contribuye a esclarecer la historia de la evolución y pone de relieve cómo se ha ido modificando el material genético hasta dar lugar a los genomas de los mamíferos y anfibios modernos.» Se espera que la secuencia genómica de la X. tropicalis facilite la realización de nuevos descubrimientos sobre una pariente próxima de este anfibio que es muy popular en estudios de biología celular y desarrollo embrionario, la Xenopus laevis. Otro de los autores, el Dr. Richard Harland de la Universidad de California - Berkeley (Estados Unidos), indicó que la X. tropicalis es uno de los últimos organismos modelo en ser descubiertos. «Será estupendo contar con una secuencia [genómica] de gran calidad de la X. tropicalis a partir de la cual se pueda componer la secuencia de la X. laevis.» El Dr. Hellsten señaló que esta nueva secuencia genómica podría incluso ayudar en el estudio de los efectos que ocasionan los disruptores endocrinos (sustancias químicas que imitan a las hormonas de las ranas) a nivel molecular y genómico. La presencia de estas sustancias químicas en lagos y arroyos de todo el mundo podría ser la causa del espectacular descenso de las poblaciones de ranas. «Ojalá el hecho de conocer los efectos de estos disruptores hormonales nos habilite para proteger la diversidad de ranas. Además, como estas sustancias químicas también afectan a los humanos, tales avances serían igualmente beneficiosos para la salud humana.»

Países

Estados Unidos

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