Que hablen las manos
Señalar, gesticular y otras formas de lenguaje no verbal se consideran groseras y de mala educación en muchas culturas. Pese a ello, los resultados de un nuevo estudio publicado en la revista Psychological Science indican que el uso de gestos de manera complementaria al lenguaje verbal es el método más efectivo para comunicar con eficacia lo que se pretende. Un equipo formado por científicos de la Universidad Radboud (Países Bajos) y la Universidad Colgate (Estados Unidos) llevó a cabo una serie de experimentos para estudiar la relación que existe entre el lenguaje verbal y los gestos. La investigación estuvo dirigida por el profesor Spencer Kelly, del Departamento de Psicología de la Universidad Colgate, y los doctores Asli Özyürek y Eric Maris, de la Universidad Radboud. Durante los experimentos realizados un grupo de individuos vio vídeos breves en los que se veía a personas realizando tareas cotidianas como trocear verduras o lavar platos. Los vídeos concluían mostrando una palabra durante un segundo. En unos casos las acciones se correspondían con las palabras mostradas y en otros casos no. A continuación los individuos tenían que indicar en qué casos había o no correspondencia. Los experimentos demostraron sin lugar a dudas que la gente entiende los significados con mucha más rapidez y claridad cuando las palabras se corresponden con los gestos. Los participantes comprendieron el significado de cada palabra vista mucho más rápido en las pruebas congruentes (cuando se correspondían la acción y la palabra) que en las incongruentes. Estos resultados quedaron confirmados cuando se indicó a los individuos que prestaran atención a la palabra y no a las acciones mostradas. Los hallazgos indican que resulta mucho más fácil entender lo que alguien quiere decir cuando existe una correspondencia inequívoca entre su habla y su lenguaje corporal, y también que los gestos y el lenguaje son los componentes de un todo que nos permite comprendernos mutuamente sin dificultad. «Estos resultados tienen implicaciones para situaciones comunicativas cotidianas, por ejemplo en contextos educativos (tanto para los docentes como para el alumnado), en la transmisión de mensajes persuasivos (discursos políticos, publicidad), y en situaciones de emergencia (primeros auxilios y comunicación en cabinas de mando de aeronaves)», afirman los autores. Asimismo, estos hallazgos sugieren que la mejor manera para transmitir con eficacia un mensaje oral es «coordinar lo que se dice con palabras con lo que se hace con las manos». Los autores concluyen, en otras palabras, que: «Para que te comprendan rápida y claramente, se debe hablar usando palabras y también las manos».
Países
Países Bajos, Estados Unidos