La «hormona de la felicidad», básica para prevenir la diabetes
La diabetes se está convirtiendo en uno de los mayores quebraderos de cabeza del planeta en el ámbito sanitario y ya causa cerca de cuatro millones de muertes al año. Un equipo de investigadores estudió la función de la hormona serotonina, la cual se almacena en el páncreas junto con la insulina, para comprobar si ejercía algún tipo de influencia en la producción de la segunda y descubrieron que la ausencia de serotonina en el páncreas de ratones provocaba un desarrollo rápido de la diabetes. Los resultados, publicados en la revista Public Library of Science (PLoS) Biology, abren una nueva vía de investigación de esta enfermedad. La diabetes es una de las enfermedades metabólicas más extendidas en el mundo desarrollado y la realización de investigación pionera al respecto es básica para remediar esta urgente lacra para la salud mundial. La diabetes provoca graves problemas de salud, como por ejemplo ictus, ceguera e insuficiencia renal, y la presión económica que ejerce sobre los recursos sanitarios de todo el plantea es enorme. Ahora se ha logrado un gran avance científico. Un consorcio internacional de científicos ha descubierto la función que desempeña la serotonina en las células productoras de insulina del páncreas y, en consecuencia, en el desarrollo de diabetes. En el consorcio, dirigido por el Instituto Max Planck de Genética Molecular de Berlín (Alemania), trabajan investigadores de la Universidad de Maribor (Eslovenia) y del Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad Libre de Berlín (Alemania). El equipo realizó experimentos en ratones y descubrió que la ausencia de serotonina es un precursor de la enfermedad. La serotonina captó el interés de la comunidad científica hace ya mucho tiempo. Se la conoce también como la «hormona del bienestar» debido a que su presencia en abundancia provoca un sentimiento de felicidad. Además, influye en muchos aspectos del comportamiento humano como el estado de ánimo, la relajación y la capacidad de dormir. La serotonina desempeña muchas funciones en el organismo, por ejemplo la de neurotransmisor en el cerebro. También se puede encontrar en las plaquetas de la sangre, las paredes del intestino y las células beta del páncreas, que segregan insulina para regular la concentración de glucosa en la sangre. Hace más de treinta años que se descubrió la serotonina en las células beta, pero hasta ahora se desconocía la relación concreta entre aquélla y la diabetes. Tanto la insulina como la serotonina se almacenan en las células beta del páncreas. Tras ser liberada desde dicho órgano, la insulina cumple la función crucial de regular la glucemia al distribuir el azúcar por el torrente sanguíneo y, así, suministrarla a las células de todo el cuerpo. A continuación reduce la concentración de glucosa en la sangre si es demasiado elevada. La diabetes se caracteriza por el fallo de este mecanismo regulador. El equipo de investigación realizó experimentos en ratones carentes de una enzima denominada triptofan-hidroxilasa, esencial para la producción de serotonina en el organismo. Sin esta enzima, los ratones eran incapaces de producir serotonina y desarrollaban signos de diabetes. También mostraban resistencia a la pargilina, una sustancia química que acelera la secreción de insulina. El equipo descubrió que si la concentración de serotonina se mantenía baja, la producción de insulina en los ratones se reducía y la glucosa en sangre se incrementaba bruscamente tras la ingesta de alimentos. «En condiciones normales, la serotonina controla la secreción de insulina, la hormona más importante para la regulación de la glucemia en humanos y animales», explicó el Dr. Diego Walter del Instituto Max Planck de Genética Molecular. El equipo de investigación confía en que su descubrimiento facilite la labor de otras investigaciones y ofrezca esperanzas a quienes padecen diabetes.
Países
Alemania, Eslovenia