EUROPRACTICE, líder en el diseño de microchips
Gracias a la financiación por valor de 7 millones de euros aportada por el Sexto y Séptimo Programa Marco (6PM y 7PM), los proyectos EUROPRACTICE IC3 y EUROPRACTICE IC4 han creado tecnologías vanguardistas de micromecánica y microelectrónica que se están empleando en universidades e industrias de todo el mundo para crear aplicaciones de microchip destinadas a usos que van desde la tecnología espacial hasta el diagnóstico médico. Utilizar una única oblea para varios sistemas microelectrónicos reduce los costes y logra que su fabricación esté al alcance del mayor número de personas y sea lo más simple posible. Una idea tan sencilla como instalar varios sistemas microelectrónicos o micromecánicos en una oblea para reducir los elevados costes de producción ayuda a que la industria europea de los microchips mantenga su competitividad mundial. El «dispositivo de oblea multiproyecto» (MPW) ha dado a las universidades acceso a herramientas de diseño de microchips de última generación y ha ayudado a PYME a fabricar nuevos circuitos integrados. Miles de universidades y PYME emplean el MPW de EUROPRACTICE («Servicios de CAD [diseño asistido por ordenador] y CI [circuito integrado] para universidades e institutos de investigación europeos»), que otorga a estudiantes, universidades y empresas europeas acceso a las herramientas de diseño de microchips y técnicas de fabricación más modernas. La instalación de varios proyectos en una única oblea puede reducir los costes de producción de un microchip hasta un 90%. Con esta innovación, EUROPRACTICE ha ampliado el volumen de negocio europeo y creado la oportunidad de sacar al mercado cientos de nuevas aplicaciones electromecánicas y microelectrónicas cada año. Carl Das, director de proyectos de la empresa belga de nanotecnología IMEC, coordinadora de EUROPRACTICE, afirmó que «la mejor formación que se puede dar es brindar la oportunidad de diseñar un chip, fabricarlo, medirlo y verificarlo. Además, si las empresas más pequeñas no tuvieran acceso a este tipo de oportunidades, su capacidad para innovar estaría coartada.» Los microchips pueden llegar a costar entre 50.000 y 200.000 euros, pero el MPW de EUROPRACTICE es capaz de abaratar dicho coste hasta los 5.000 euros o incluso más. Con financiación comunitaria los costes se reducen lo suficiente como para que cada año cientos de empresas y universidades europeas utilicen EUROPRACTICE para producir nuevos productos. Los investigadores reciben apoyo suficiente para que el proceso de diseño del microchip sea lo más sencillo posible. También se incluye un conjunto de programas y reglas de diseño que simulan el comportamiento del microchip. Unas herramientas innovadoras generan una imagen del diseño definitivo que se envía a una prensa dedicada a la fabricación de chips. Carl Das afirmó: «Realizamos una buena cantidad de comprobaciones para asegurarnos de que los diseños funcionen. De ocho a doce semanas después de mandar los chips a la fábrica, nuestros clientes reciben los chips listos para que puedan comenzar sus labores de medición y evaluación.» EUROPRACTICE produjo durante 2008 un total de 534 circuitos integrados para aplicaciones específicas (ASIC), de los cuales dos tercios fueron a grupos de investigación y universidades europeas y el resto se envió a clientes de todo el mundo. Otro producto desarrollado por el consorcio de EUROPRACTICE se montará a bordo de la sonda espacial Bepi/Columbo en su misión a Mercurio programada para el 2020: la PICAM («Cámara Planetaria de Iones»), un espectrómetro de masas de 3.200 x 3.200 micrómetros cuya misión será informar a la comunidad científica acerca de las sustancias químicas que circulan en las inmediaciones de Mercurio. EUROPRACTICE también ha desarrollado dos procedimientos médicos pioneros. Uno de ellos es VECTOR («Cápsula endoscópica versátil para reconocimiento y terapia de tumores gastrointestinales»), que emplea técnicas microelectrónicas y micromecánicas avanzadas para crear una «cápsula inteligente» que posee dos motores eléctricos para desplazarse por el interior del cuerpo humano y obtiene imágenes para el diagnóstico de cualquier aspecto sospechoso. El consorcio también ha desarrollado un tipo de implante bioelectrónico permanente. Los trabajos de EUROPRACTICE se desarrollaron en conjunción con el Imperial College de Londres (Reino Unido) y la Universidad de Chipre con el fin de crear implantes dotados de tecnología micromecánica y microelectrónica para ayudar a devolver el equilibrio normal a personas que sufren de disfunciones auditivas.