Nueva técnica para evitar nuevas intervenciones a los pacientes de cáncer
Unos investigadores financiados con fondos comunitarios han desarrollado una técnica que podría habilitar a los cirujanos para distinguir entre tejidos cancerosos y sanos en el mismo momento de operar. Esta novedosa técnica, que se describe en un artículo publicado en la revista Angewandte Chemie International Edition, podría ahorrar a los pacientes el tener que someterse a una segunda intervención quirúrgica para extirpar tejido tumoral que fuera pasado por alto en la primera operación. Este trabajo recibió financiación comunitaria por medio del proyecto DESI_JEDI-IMAGING («Desarrollo de técnicas de espectrometría de masas para la obtención de imágenes tridimensionales y análisis in vivo de tejidos biológicos»), que a su vez contaba con una subvención de 1,75 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación (CEI) dentro del Séptimo Programa Marco (7PM). La cirugía es un recurso habitual en el tratamiento del cáncer. El tejido extirpado en una operación se envía a analizar al laboratorio para cerciorarse de que se ha extraído todo el tejido enfermo. Actualmente, este análisis se demora varios días, y si se descubre que el paciente aún puede tener tejidos afectados, podría tener que someterse a una segunda intervención. El punto de partida de la nueva técnica mencionada es la electrocirugía. En ésta, para cortar y extraer tejidos, en lugar de un bisturí convencional se utiliza un electrobisturí, por el que pasa una corriente eléctrica de alta frecuencia. Una de las ventajas de la electrocirugía consiste en que los vasos sanguíneos se sellan con cada corte, por lo que se evitan hemorragias profusas. Los tejidos tratados por el cirujano alcanzan una temperatura extremadamente elevada y se evaporan en parte. Además, la corriente eléctrica utilizada hace que se produzcan moléculas con carga eléctrica. Cada tipo de tejido presenta características moleculares distintas, circunstancia ésta que es crucial en esta técnica, puesto que el tejido canceroso tiene un aspecto muy diferente al del tejido sano. En el estudio mencionado, unos investigadores alemanes y húngaros acoplaron a un electrobisturí una bomba especial que absorbe las moléculas evaporadas y las envía a un espectrómetro de masas. Éste analiza las características moleculares del tejido que se está cortando e informa de inmediato al cirujano. Los investigadores han llamado a esta técnica REIMS («espectrometría de masas con ionización y evaporación rápida»). «El análisis de los tejidos apenas dura fracciones de segundo gracias a REIMS, incluido el análisis de la información», aseguró el Dr. Zoltán Takáts de la Universidad Justus Liebig de Alemania. «Se empleó en una operación en la que el cirujano recibía información prácticamente en el acto sobre la naturaleza del tejido que estaba cortando en ese instante.» Esta técnica informaba al médico incluso de si el cáncer se encontraba en fase incipiente o avanzada. «Los resultados que se presentan sirven de base para futuros avances en métodos quirúrgicos asistidos por espectrometría de masas», escriben los autores. «REIMS permite un análisis rápido de los tejidos biológicos procesados durante la intervención e informa ipso facto de sus características.» Aunque la técnica aún no se ha probado en humanos, los investigadores aseguran que todos los experimentos se llevaron a cabo ajustándose a las condiciones que rigen en las intervenciones quirúrgicas en humanos. Por consiguiente, consideran que será fácil aplicar este sistema en los quirófanos.
Países
Alemania, Hungría