Las políticas nacionales para la prevención de cardiopatías difieren mucho en la UE, según un estudio
El proyecto de mapeo EuroHeart, financiado en parte mediante el Programa Salud Pública de la UE, presentó el 10 de septiembre los resultados de su estudio de tres años de duración sobre la promoción de la salud cardiaca y medidas de prevención de las enfermedades cardiovasculares (ECV) en varios países europeos. El estudio puso de manifiesto desigualdades significativas en las políticas nacionales de prevención y en las tasas de mortalidad cardiovascular. Las ECV son la principal causa de muerte y discapacitación en Europa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pequeña reducción de la presión arterial, la obesidad y el consumo de tabaco en la población mundial reduciría la incidencia de ECV a la mitad. La Sociedad Europea de Cardiología presentó en 2007 el proyecto de mapeo EuroHeart («Mapeo y análisis de planes, políticas y medidas nacionales para la promoción de la salud cardiovascular y la prevención de ECV en toda Europa») con el fin de determinar áreas de intervención específicas y prevenir muertes y discapacidades evitables. En el último estudio del proyecto, investigadores de EuroHeart recopilaron documentación completa de dieciséis países europeos sobre políticas, planes y medidas que influyen tanto en el fomento de la salud cardiovascular como en la prevención de ECV. Los datos, obtenidos mediante cuestionarios estructurados, ayudaron a los socios a identificar diferencias y lagunas en políticas y programas así como a determinar los elementos esenciales de las estrategias nacionales. Uno de los descubrimientos más destacados es que, aunque las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en Europa, las tasas de mortalidad están disminuyendo en la mayoría de los países. No obstante, los investigadores descubrieron diferencias abismales entre países tanto en las tasas de mortalidad como en los programas de prevención. Hungría, Estonia, Eslovaquia y Grecia presentaron las tasas de mortalidad más elevadas en hombres y mujeres menores de 65 años por enfermedad coronaria. Las más bajas entre los hombres de menos de 65 años se registraron en Francia, Países Bajos, Italia y Noruega, mientras que en el caso de las mujeres en el mismo grupo de edad las tasas más bajas se observaron en Islandia, Francia, Eslovenia e Italia. También se calculó la prevalencia de factores de riesgo como el consumo de tabaco, y se demostró que los países con mayor incidencia de enfermedad coronaria coincidían con los que poseían los perfiles de mayor riesgo. Por ejemplo, el consumo de tabaco más elevado se encontró en Grecia (46%), Estonia (42%), Eslovaquia (41%), Alemania (37%) y Hungría (37%). La incidencia de muertes prematuras a causa de enfermedad coronaria variaba notablemente entre países, reduciéndose por ejemplo en Finlandia en un 76% entre 1972 y 1995, mientras que durante el mismo periodo en Grecia aumentó en un 11%. Todos los países estudiados poseen algún tipo de legislación sobre salud pública, control del consumo de tabaco y alimentación. No obstante, mientras que en Bélgica, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Italia y Eslovenia hay varias políticas activas en favor de la salud cardiovascular y que tratan la enfermedad coronaria, hipertensión, ictus e hiperlipidemias, Grecia sólo posee una. Ni Dinamarca ni Grecia tienen directrices nacionales con respecto a las ECV en general, mientras que todos los demás países han redactado directrices para la gestión de la prevención de la hiperlipidemias, diabetes e ictus. La mayoría de los países (con la excepción de Dinamarca, Grecia y Eslovenia) poseen directrices contra la obesidad. Francia, Alemania e Irlanda fueron los únicos países con recomendaciones relativas a primeros auxilios. «La región Europa de la OMS presenta diferencias todavía más amplias entre los 53 países que la componen, las cuales han aumentado durante los últimos veinte años», declaró Nata Menabde, Directora Regional Adjunta de la Organización Mundial de la Salud para Europa. «La divergencia se multiplica por diez en cuanto a mortalidad por enfermedad coronaria en hombres menores de 65 años. Por otro lado, algunos países han sido capaces de implantar políticas eficaces para reducir este problema.» OMS/Europa y la Comisión Europea trabajan con todos los Estados miembros para reforzar los sistemas sanitarios europeos y atajar las causas básicas de las ECV, como el consumo de tabaco, la obesidad, el alcohol y el sedentarismo. Susanne Logstrup, directora de la Red Europea del Corazón, indicó que los nuevos descubrimientos muestran que la mayoría de los países han adoptado medidas legislativas y políticas en materia de la salud pública, especialmente en lo referente a enfermedades coronarias, consumo de tabaco y alimentos y actividad física. Añadió que «sólo en alrededor de la mitad de los países incluidos encontramos presupuestos destinados a la puesta en práctica de programas y políticas». El estudio reveló que las prohibiciones al consumo de tabaco influyeron significativamente en la incidencia de episodios coronarios agudos. Por ejemplo, las autoridades francesas anunciaron en febrero de 2008 un descenso del 15% en los ingresos de urgencia por infartos de miocardio tras sólo un año de aplicar la prohibición de fumar en espacios públicos. Desde la implantación de prohibiciones contra el tabaco, investigadores de Italia e Irlanda han observado una reducción de casi un 11% en el número de episodios coronarios agudos. Sorprendentemente, la cantidad de personas ingresadas en el hospital por infartos de miocardio descendió un 17% el año posterior a marzo de 2006, cuando se hizo efectiva la prohibición de fumar en Escocia (Reino Unido). El proyecto EuroHeart estará en marcha hasta marzo de 2010. Además de los mapas y análisis realizados, entre sus objetivos se incluye una movilización de apoyos en aras de la promoción de la salud cardiovascular y la prevención de las ECV, la investigación sobre temas relativos a las ECV en mujeres, la mejora de las practicas de prevención en los servicios sanitarios de atención primaria y la aplicación y adaptación de las directrices europeas sobre prevención de ECV a los planes nacionales.