Despega desde Suecia el observatorio solar Sunrise a bordo de un globo de helio
El 8 de junio se lanzó desde el Centro Espacial Esrange en Kiruna (Suecia) el observatorio solar Sunrise. Un gigantesco globo que contiene cerca de un millón de metros cúbicos de helio transporta en estos momentos el mayor telescopio solar que jamás haya despegado de la superficie de la Tierra. El observatorio rodeará el Polo Norte, donde el Sol no se pone en verano. Desde allí recopilará información precisa sobre los campos magnéticos de la atmósfera solar. Durante los próximos días, el telescopio podrá observar el Sol de forma continua mientras los vientos polares lo desplazan hacia el Oeste, sobrevolando el norte del Océano Atlántico, Groenlandia y Canadá a una altitud de 37 kilómetros sobre el nivel del mar. Una de las ventajas principales del observatorio Sunrise es que será capaz de operar en la estratosfera, la capa de la atmósfera situada entre los 10 kilómetros y los 50 kilómetros sobre la superficie terrestre, inmediatamente por encima de la baja atmósfera, que es más turbulenta. «El ser un globo no es la única característica especial de Sunrise», afirmó Peter Barthol del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (Alemania). Los científicos confían en que, además, Sunrise sea capaz de observar la superficie solar con una precisión que hasta ahora ha sido imposible de conseguir mediante los telescopios terrestres y sondas espaciales. «Esperamos que Sunrise nos permita observar la complicada estructura del Sol y la distribución de [sus] campos magnéticos con una resolución de hasta 35 kilómetros», añadió Sami Solanki, director de la misión Sunrise. La resolución ofrecida por el telescopio, explicaron los investigadores, es equivalente a ver una moneda de un euro desde una distancia de 100 kilómetros. El telescopio, de bajo peso, posee un espejo de un metro de diámetro. La barquilla del Sunrise contiene también una serie de sistemas que ajustan y estabilizan los instrumentos ópticos durante el vuelo, entre los que se incluye un espejo móvil de alta velocidad; un «Espectrógrafo Polarimétrico Sunrise» (SUPOS) para realizar mediciones de línea espectral y de alta precisión en la luz polarizada; un «Filtro de captación de imágenes Sunrise» (SUFI) para obtener imágenes de alta resolución en los rangos espectrales de la luz visible y ultravioleta (UV); y un magnetógrafo (denominado «IMaX») que proporciona mapas bidimensionales de todo el vector del campo magnético solar. El observatorio también va equipado con paneles solares, lastres y almohadillas para el aterrizaje. Sunrise atravesó la tropopausa, que es la frontera entre la troposfera y la estratosfera situada a unos 10 kilómetros por encima del nivel del mar, a una velocidad aproximada de 15 kilómetros por hora. El dispositivo está sometido a temperaturas extremadamente bajas (cerca de -45 grados centígrados). Para proteger el equipo, se construyó una cubierta protectora de polietileno que resguarda los instrumentos del frío a la vez que les permite liberar el calor generado. Los científicos encargados de seguir los datos del Sunrise se centrarán en recopilar información sobre la estructura solar y la dinámica de los campos magnéticos en la atmósfera solar. Esto les ayudará a obtener importantes conocimientos sobre los fenómenos que se producen en el Sol, como las manchas y los vientos solares. Según los directores del proyecto: «El campo magnético es la fuente de la actividad solar. Controla el entorno espacial de la Tierra y provoca la variabilidad en la irradiación solar, la cual puede provocar cambios importantes a largo plazo en el clima terrestre». Además, explican que el campo magnético de la fotosfera solar crea intensas concentraciones de campo que son cruciales para la dinámica y la energía de toda la atmósfera solar. «Esta escalas espaciales no pueden ser estudiadas de forma sistemática desde los observatorios terrestres debido a la distorsión que provocan las turbulencias de la capa inferior de la atmósfera terrestre en las imágenes», indicaron los investigadores. «El telescopio aerostático Sunrise logrará, por primera vez, medir la estructura magnética de la atmósfera solar en sus propias escalas espaciales y temporales esenciales.» Durante sus primeras horas de vuelo, el observatorio transmitió datos al Centro Espacial de Esrange. Durante el resto de la misión almacenará los datos a bordo y el análisis de los mismos se realizará tras su aterrizaje. A finales de esta semana el Sunrise desplegará un paracaídas que lo depositará de vuelta sobre la Tierra en el norte de Canadá. Los preparativos para la misión de esta semana han durado seis años. Este es el primero de una serie de vuelos aerostáticos estratosféricos en los que el observatorio recopilará datos para que los investigadores puedan estudiar la región ultravioleta del espectro hasta los 220 nanómetros. Una resolución de este tipo no tiene precedentes en los instrumentos terrestres. Los socios del proyecto confían en que las misiones Sunrise consigan que el observatorio llegue a ser «el elemento central de un futuro observatorio espacial». Entre los socios que participan en Sunrise, cuyo proyecto está dirigido por el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, se encuentran el Instituto Kiepenheuer de Física Solar de Friburgo (Alemania), el Instituto de Astrofísica de Canarias (España) así como el «Observatorio de Gran Altitud» (HAO), el «Laboratorio Solar y de Astrofísica Lockheed Martin» (LMSAL) y la «Instalación Columbia de Globos Sonda Científicos» (CSBF) de la NASA (Estados Unidos).
Países
Alemania, Suecia, Estados Unidos