Las fuentes renovables podrían generar el 40 % de la energía para 2050, según especialistas
Ante el incremento de los precios del petróleo, que afectan cada vez más a la economía de los particulares, y la creciente inquietud por el cambio climático, las autoridades gubernamentales y los inversores han optado por apoyar las tecnologías de energía renovable (eólica, solar e hidroeléctrica), las cuales podrían llegar a generar el 40 % de la electricidad mundial antes de 2050, según revelaron investigadores en el congreso científico internacional «Cambio climático: riesgos, retos y decisiones globales» celebrado en Dinamarca. Según el profesor Peter Lund, de «Sistemas Energéticos Avanzados» de la Universidad Tecnológica de Helsinki (TKK), Finlandia, quien expuso un estudio titulado «Las energías renovables: ¿hasta dónde pueden llevarnos?», hay indicios que demuestran que «con inversiones financieras y un apoyo político global, no hay lugar para creer que el potencial de las energías renovables apenas alcanza para cubrir una fracción insignificante de la demanda mundial». Si se reconociera el valor de las tecnologías de energía renovable y se les concediera la prioridad correspondiente, se fortalecería su potencial de suministrar al mundo la energía que precisa, señaló. En cuanto a la energía eólica, el profesor Erik Lundtang Petersen, del Departamento de Energía Eólica de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) de Risoe, declaró: «El sector eólico podría desarrollar todo su potencial si se concentrara en construir instalaciones para generar, canalizar y suministrar grandes cantidades de energía a la red, todo ello de forma eficiente». También se deben tener en cuenta los aspectos de la fiabilidad, disponibilidad y accesibilidad de las turbinas, añadió. «Hemos definido áreas prioritarias específicas para que el sector eólico cumpla eficazmente el objetivo general de reducir costes», explicó el profesor Petersen. «De cara a maximizar el crecimiento futuro, será crucial investigar en los terrenos de la tecnología de las turbinas, la integración de la energía eólica y las instalaciones marinas.» Con respecto a los biocombustibles, la Dra. Jeanette Whitaker, del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido, destacó una diferencia fundamental entre los de la primera y la segunda generación. Estos últimos, entre los que se encuentran el etanol y los cultivos leñosos, acarrean un consumo energético y emisiones de gases de efecto invernadero sustancialmente menores si se comparan con los biocombustibles de primera generación como el etanol a base de remolacha azucarera. «Estos datos tienen su importancia y relevancia, puesto que actualmente el debate en torno a los biocombustibles se centra en la dicotomía entre el uso de los cultivos como fuente de alimento o de combustible», señaló la Dra. Whitaker. La industria de Gran Bretaña ha pedido al gobierno británico una inversión de 625 millones de libras esterlinas (675 millones de euros) para impulsar las energías renovables, a las que Francia y Alemania también han inyectado un gran estímulo monetario, según las últimas informaciones. Concretamente, desde 2000 Alemania ha duplicado con creces su proporción de energía a partir de fuentes renovables. Los datos disponibles muestran también que el sector de las energías renovables de dicho país emplea a 240 000 personas, con un papel destacado de las pequeñas y medianas empresas. El gobierno alemán ha mostrado su apoyo sin cortapisas a estas energías regulando el coste de la energía suministrada a la red por medio de la Ley sobre Fuentes de Energía Renovable (Erneuerbare-Energien-Gesetz, EEG) y otros programas. La República Checa es otro gran promotor de la energía renovable. Su última medida en tal sentido fue la adopción de un plan de acción sobre la biomasa para el período de 2009 a 2011 cuyo objetivo es extender el uso de la biomasa para la producción de electricidad. Se espera que esto ayude a la República Checa a cumplir su promesa de duplicar la proporción correspondiente a fuentes renovables en el consumo energético bruto del país, que en 2008 ascendía al 4 %. El año pasado la compañía checa CEZ Group incrementó la producción de electricidad a partir de biomasa hasta los 327 gigavatios por hora (GWh), un aumento del 33 %. En el mismo período, además, utilizó 347 000 toneladas de biomasa, lo que supone un incremento interanual del 50 %. La energía producida en ese tiempo sirvió para cubrir las necesidades de más de 93 000 hogares, según fuentes de la empresa.
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