El proyecto EXGENESIS esclarece cómo afecta el ejercicio regular al bienestar de las personas
Las enfermedades coronarias crónicas, como la enfermedad cardiaca, la obesidad y la diabetes de tipo 2, están cobrando protagonismo en Europa. Unos investigadores han intentado descubrir las medidas necesarias para terminar con este problema. Para el proyecto EXGENESIS («Beneficios del ejercicio físico para la salud: identificación de genes y vías de señalización implicadas en los efectos del ejercicio sobre la resistencia a la insulina, la obesidad y el síndrome metabólico»), la clave está en comprender mejor los mecanismos que se esconden detrás de los beneficios del ejercicio físico. El proyecto, financiado por el Sexto Programa Marco (6PM), ha recibido fondos por valor de 12,7 millones de euros. Los seres humanos se pueden proteger de las enfermedades haciendo ejercicio físico de forma regular y siguiendo una dieta sana, pero aún no se conocen suficientemente bien los mecanismos moleculares que se esconden detrás de los efectos beneficiosos del ejercicio. El consorcio EXGENESIS, formado por 25 miembros, aplica una serie de propuestas multidisciplinarias para descubrir estos mecanismos. «Ya se sabía que el ejercicio regular protegía a las personas del desarrollo de la resistencia a la insulina y de la diabetes de tipo 2, pero los mecanismos moleculares involucrados apenas se conocían», explicó el profesor Grahame Hardie, responsable de la División de Fisiología Molecular en la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Dundee (Reino Unido). «Creíamos que teníamos el principio de una respuesta porque habíamos descubierto algunas vías, sobre todo la vía de señalización AMPK (proteína quinasa activada por AMP), que se activaba mediante el ejercicio muscular», comentó el profesor a CORDIS Noticias. Las personas que hacen ejercicio físico regularmente pueden reducir a la mitad el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. El ejercicio también puede ayudar a las personas a vivir hasta cinco años más, según el estudio. El profesor Hardie señaló que la vía AMPK ha sido identificada recientemente como el blanco potencial del fármaco metformina, un tratamiento actual de primera línea para la diabetes de tipo 2 que fue desarrollado a partir de un antiguo remedio de hierbas. EXGENESIS, un estudio multidisciplinario con el que han colaborado positivamente universidades, institutos de investigación, hospitales y pequeñas y medianas empresas (PYME), ya ha logrado varios hitos y descubrimientos desde su inicio en 2005. «Se abordaron las relaciones existentes entre la actividad física y la resistencia a la insulina, la diabetes de tipo 2 y la homeostasis de la glucosa. Para ello se emplearon diversos planteamientos, desde los sistemas bioquímicos y moleculares más básicos hasta estudios de modelos animales y voluntarios humanos. Algunos de los estudios humanos fueron estudios fisiológicos y epidemiológicos de sujetos sanos y de sujetos con riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2», dijo el profesor Hardie. En el marco de la epidemiología genética, se identificaron al menos 16 genes nuevos que predisponen al desarrollo de diabetes de tipo 2. «Curiosamente, en los casos en los que sí se conoce su función, la mayoría de estos genes parecen estar implicados en el control de la secreción de insulina, y sólo algunos de ellos presentan un impacto potencial sobre la acción de la insulina y la resistencia a ésta», dijo el investigador de la universidad. «Esto respalda la idea de que el principal defecto en la diabetes de tipo 2, la resistencia a la insulina, está relacionado en gran medida con factores medioambientales y no con factores genéticos, incluida la inactividad física», añadió. Gracias a su trabajo, los investigadores conocen ahora con detalle, a nivel molecular, cómo es activada la AMPK durante el ejercicio por dos mecanismos paralelos. «Uno de ellos es el que aumenta los iones de calcio, algo que se produce al principio de la contracción muscular», comentó el profesor Hardie a CORDIS Noticias. «El otro consiste en un incremento de la molécula de señalización AMP (monofosfato de adenosina), que puede producirse posteriormente, cuando el músculo agota sus reservas de ATP y comienza la fatiga.» Los socios del proyecto consiguieron determinar un modelo molecular de la estructura de AMPK en un complejo con AMP. «Estos conocimientos pueden permitir finalmente el desarrollo de nuevos fármacos que imiten los beneficios del ejercicio», destacó el profesor Hardie. «Ahora también entendemos mejor cómo la activación de AMPK estimula el consumo de glucosa por parte del músculo», añadió. «Esto es importante porque el aumento del consumo de glucosa en el músculo es uno de los efectos protectores del ejercicio, sobre todo para las personas con diabetes de tipo 2 que tienen un elevado nivel de glucosa en la sangre.» Los socios de EXGENESIS divulgarán los resultados a través de publicaciones científicas y otros medios cuando el proyecto finalice, en diciembre de 2009. «Confiamos en que nuestros resultados permitan finalmente mejorar la salud de toda la población a través del desarrollo de nuevos fármacos, de un mejor diseño de las intervenciones relacionadas con el ejercicio, de una mejor focalización de los tratamientos hacia sujetos "con riesgo" y animando a los gobiernos europeos a adoptar políticas que fomenten niveles más altos de actividad física entre la población», dijo el profesor Hardie.