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Un gen que quema las grasas, clave para controlar los niveles de azúcar en la sangre

Un equipo internacional de investigadores ha dado con un gen que quema las grasas y que desempeña una función clave para mantener la sensibilidad de las células a la insulina. Este gen se encuentra reducido en las personas que tienen niveles altos de azúcar en la sangre y diab...

Un equipo internacional de investigadores ha dado con un gen que quema las grasas y que desempeña una función clave para mantener la sensibilidad de las células a la insulina. Este gen se encuentra reducido en las personas que tienen niveles altos de azúcar en la sangre y diabetes de tipo 2. El trabajo, cofinanciado por la UE, se ha publicado en el último número de la revista Cell. La diabetes de tipo 2 es causada por una reducción de la producción de insulina por parte del páncreas o por la incapacidad de ciertos tejidos de responder adecuadamente a la insulina, lo cual se denomina resistencia a la insulina. Si las células no responden a la insulina, aumenta el nivel de azúcar en la sangre, lo que causa a su vez un empeoramiento de dicha resistencia a la insulina. Esto incrementa el riesgo de desarrollar graves complicaciones asociadas a la diabetes, como la ceguera y la insuficiencia renal. Controlar los niveles de azúcar en la sangre contribuye a mejorar la sensibilidad a la insulina de los tejidos y reduce la probabilidad de padecer dichas complicaciones. En esta investigación reciente, los científicos estudiaron una enzima llamada diacilglicerol quinasa (DGK) delta que es vital para mantener la sensibilidad a la insulina de las células. La DGK delta participa en la descomposición de los lípidos. Los investigadores observaron que el gen que produce la DGK delta era menos activo en el tejido muscular de las personas que tenían un nivel alto de azúcar en la sangre y diabetes de tipo 2. En ausencia de este gen, las células musculares eran menos sensibles a la insulina y tenían reducida su capacidad de quemar grasas, lo cual incrementa el riesgo de convertirse en obeso. En el lado positivo, corregir los niveles de azúcar en la sangre mediante el ejercicio físico o medicamentos impulsa la actividad del gen que produce la DGK delta y hace que las células recuperen su sensibilidad a la insulina. «La expresión de este gen se reduce cuando sube el azúcar en la sangre, pero su actividad puede recuperarse si se controla el nivel de azúcar en la sangre mediante tratamiento farmacológico o ejercicio físico», explicó la profesora Juleen Zierath del Instituto Karolinska de Suecia, quien dirigió la investigación. «Nuestros resultados resaltan la importancia de regular de forma estricta el azúcar en la sangre en los diabéticos.» La investigación recibió apoyo de los proyectos EXGENESIS («Beneficios del ejercicio físico para la salud: identificación de genes y vías de señalización implicadas en los efectos del ejercicio en la resistencia a la insulina, la obesidad y el síndrome metabólico») y EUGENE2 («Red europea sobre genómica funcional de la diabetes de tipo 2»), ambos financiados con fondos comunitarios mediante el área de actividades «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología para la salud» del Sexto Programa Marco (6PM).

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