Una dieta rica en grasas convierte una variante génica «buena» en «mala»
Una versión de un gen que protege a las personas delgadas contra la obesidad y la diabetes tiene el efecto contrario si se sigue una dieta rica en grasas, según un estudio financiado con fondos comunitarios y publicado en la revista Cell Metabolism. Los hallazgos de este estudio podrían contribuir al desarrollo de herramientas de diagnóstico que permitirían a los médicos ofrecer tratamientos y consejos relativos al estilo de vida ajustados al genotipo de cada persona. Este trabajo contó con el apoyo de la UE por medio del proyecto Eugene2 («Red europea sobre la genómica funcional de la diabetes de tipo 2»), que recibe apoyo a su vez a través del área temática de «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología para la salud» del Sexto Programa Marco (6PM). El gen en cuestión se denomina Pparg2 y desempeña un papel importante en la acumulación de grasa así como en el mantenimiento de los niveles de glucosa y la sensibilidad a la insulina. Su versión más común, la Pro12, se ha asociado a un incremento del riesgo de padecer diabetes de tipo 2. En cambio, su versión más rara, denominada Ala12, que se encuentra en alrededor del 12% de la población, parece disminuir el riesgo de padecer obesidad en muchos individuos. Sin embargo, la Ala12 parece que tiene el efecto opuesto en algunas personas, lo cual fue objeto de un estudio en profundidad en esta nueva investigación. Los científicos analizaron ratones que presentaban versiones diferentes del gen; unos recibieron una dieta «normal» y otros una dieta rica en grasas. Observaron que, en comparación con los ratones que tenían dos copias de la versión Pro12 del gen, los ratones que tenían dos copias de la versión Ala12 y que habían recibido una dieta sana estaban más flacos, presentaban mejores perfiles de lípidos en plasma y también una mejor sensibilidad a la insulina. «Nuestros resultados refuerzan la teoría de que el genotipo Pro/Pro del Pparg2 lleva un riesgo aparejado y es perjudicial para la homeostasis de la glucosa y la esperanza de vida», concluyen los investigadores. No obstante, en los ratones que poseían dos copias de Ala12 y que recibieron una dieta rica en grasas, no se observaron los beneficios mencionados anteriormente; en realidad, los animales engordaron aún más que los ratones que tenían la versión Pro12 del gen. Según los investigadores, esto indica que el ambiente influye considerablemente en el gen Pparg2. «El efecto protector del genotipo Ala/Ala depende de la dieta, lo cual indicaría que el impacto metabólico de esta mutación depende enormemente del ambiente», señalan los científicos. Éstos aducen que una prueba para la detección de esta variante genética constituiría una herramienta de diagnóstico muy útil, dado que permitiría advertir a quienes poseen la versión Ala12 del gen de la necesidad de seguir una dieta sana. «Los portadores podrían recibir asesoramiento dietético y estar advertidos de la importancia de evitar las cantidades elevadas de grasa en su alimentación», declaró Johan Auwerx de la Université Louis Pasteur de Francia y la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza). Los científicos añaden que estos descubrimientos podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para la diabetes de tipo 2 y el síndrome metabólico.