Un nuevo fotobiorreactor para el cultivo de bajo coste de microalgas
El mundo está adoptando un cambio hacia una bioeconomía para satisfacer la creciente demanda de alimentos, materiales, productos químicos, fármacos y energía más sostenibles. El cultivo de microalgas constituye un medio eficaz, sostenible e ilimitado para el desarrollo de bioprocesos y bioproductos de gran valor. No obstante, la industria ha alcanzado un punto muerto en los últimos decenios, con rendimientos relativamente bajos, contaminaciones recurrentes y costes elevados. Producción de alta capacidad y bajo coste Según los últimos cálculos, el mercado europeo de la biomasa de algas está valorado en unos 3 000 millones de euros, y se prevé que genere una tasa de crecimiento compuesto del 6,7 % para el periodo 2017-2022. Sin embargo, el cultivo de microalgas es todavía caro e ineficiente, ya que la baja tasa de producción (inferior a 400 gr/m3 por día) impide su uso a gran escala en diferentes sectores industriales. El proyecto Brevel, financiado parcialmente con fondos europeos, desarrolló un fotobiorreactor que puede producir algas a escala industrial a bajo coste. «Nuestro nuevo sistema resuelve los problemas de capacidad y coste relacionados con la producción de microalgas. La innovación principal consiste en el uso de fibras ópticas que distribuyen la luz solar a los cultivos de microalgas de forma eficaz y eficiente», señala Yonatan Golan, director general de Brevel Ltd. Además, el fotobiorreactor está totalmente automatizado y se basa en análisis de imágenes avanzado, aprendizaje automático y tecnologías de supervisión y control continuo en línea. Con una capacidad que es un 400 % superior a la de los sistemas de cultivo de microalgas actuales y su coste asequible, está llamado a liderar el avance de la industria de las microalgas y a contribuir a fomentar la bioeconomía europea. Recuperación de la astaxantina natural Las microalgas son microorganismos fotosintéticos que pueden generar rápidamente biomasa a partir de la energía solar, el dióxido de carbono y los nutrientes que se encuentran en el agua. En concreto, son uno de los grupos de organismos más prometedores para la producción comercial sostenible de bioproductos como, por ejemplo, los pigmentos naturales y los antioxidantes, incluida la astaxantina. El mercado mundial de la astaxantina estaba valorado en unos 600 millones de euros en 2016, y si bien la demanda de astaxantina natural ha aumentado constantemente, más del 95 % de la astaxantina disponible actualmente se produce sintéticamente debido a los menores costes de producción. Los seres humanos utilizan la astaxantina principalmente como suplemento dietético. Este pigmento carotenoide también puede utilizarse como aditivo en los piensos para animales y es responsable del color naranja y rojo en el salmón de piscifactoría. «Nuestro nuevo fotobiorreactor, al ser el primero de su tipo, puede satisfacer la creciente demanda de uso de colorantes naturales en lugar de sintéticos, lo que puede fomentar el consumo de salmón más saludable», concluye Golan. El cultivo de microalgas puede realizar una contribución de calado a la transición hacia una bioeconomía. La astaxantina natural será el primer producto derivado una vez que se comercialice el fotobiorreactor Brevel y se venderá a los fabricantes de piensos para salmón a un precio comparable al del carotenoide sintético.
Palabras clave
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