La Comisión hace balance del primer semestre de 2006
Todo parece apuntar a que a la Comisión Europea le aguarda un intenso otoño ante la puesta en marcha del VII Programa Marco (VIIPM) y el debate sobre la materialización de varias iniciativas como el Consejo Europeo de Investigación (CEI) y el Instituto Europeo de Tecnología (IET). A efectos de contextualización, la Comisión ha publicado la revisión intermedia de su programa de trabajo, en la que se recogen algunos de los resultados más significativos de los obtenidos en 2006. Así, da cuenta de los esfuerzos dedicados a la materialización de la estrategia renovada de Lisboa y las propuestas de modernización de las universidades europeas y establecimiento del IET. La Comisión ha adoptado 37 de los 96 objetivos definidos en el programa de trabajo, en lo que va de año. Las iniciativas más fundamentales son las relacionados con la potenciación de la prosperidad de la Unión, estipulada en la estrategia renovada de Lisboa. En junio, la Comisión presentó una serie de propuestas de medidas diseñadas para aumentar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas (PYME), consideradas como fuentes esenciales de innovación y generación de empleo. Las medidas están dirigidas a mejorar la accesibilidad de las fuentes externas de financiación, en particular el capital riesgo, para apoyar el arranque y desarrollo de las PYME, e incluyen el establecimiento de programas de disponibilidad de fondos, la eliminación de obstáculos a la difusión comunitaria de fondos de capital riesgo y la utilización de instrumentos financieros tales como el régimen de financiación con recursos europeos conjuntos para las microempresas y las medianas empresas (JEREMIE), con el fin de definir una oferta de productos financieros diseñados específicamente para las PYME. En el marco de la estrategia de Lisboa, la revisión intermedia hace referencia a la adopción, por la Comisión, del sistema "Plan de acción i2010 de Administración electrónica: acelerando la Administración electrónica en Europa para el beneficio de todos". Los países mejor situados en los índices de apertura y eficacia del sector público, y preparación para la Administración electrónica ocupan los primeros puestos en los marcadores de competitividad y rendimiento económico. En el plan de acción se trazan cinco líneas prácticas de progresión hasta 2010 para impulsar la provisión de servicios de Administración electrónica sin dejar de garantizar la generación de ventajas tangibles para la empresa y los ciudadanos europeos. Asimismo, se abrió un proceso de consultas para la revisión del marco normativo de comunicaciones electrónicas. Entre otros avances cabe destacar la intensa labor desarrollada en torno a la negociación del marco presupuestario correspondiente a 2007-2013, plasmada en el incremento de 300 millones de euros en la dotación del VIIPM, que se sitúa así en 55.600 millones de euros. A esto cabe añadir que la Comisión colaboró estrechamente con las otras instituciones europeas en la concertación del contenido de la propuesta programática. En julio, el Consejo de Competitividad se pronunció sobre la financiación de la investigación con células madre y la investigación nuclear, ambos objeto de intenso debate. La decisión abrió camino a la celebración, en otoño, de la segunda lectura parlamentaria de las propuestas del VIIPM y la puesta en marcha prevista del programa el 1 de enero de 2007. Además, durante el primer semestre de 2006 se ahondó en el análisis del IET, la propuesta de polo de excelencia europeo. En febrero, la Comisión hizo constar en una Comunicación sus conceptos del instituto. Una vez celebrado el correspondiente proceso de amplia consulta con los Estados miembros y las organizaciones interesadas, en junio, la Comisión se replanteó la propuesta, incorporando los comentarios de todos los actores en relación con la dirección y funcionamiento del instituto. Está previsto que la Comisión presente una propuesta oficial para finales de 2006. En otro apartado, la Comisión propuso medidas para reformar las actividades de investigación y enseñanza de las universidades europeas, y medir su potencial como motor de la innovación.