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Energy saving and reducing carbon dioxide emission by applying advanced ammonia/water absorption chillers and decentralised Trigeneration (CCHP) technology to small and medium enterprises

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Una refrigeración energéticamente eficiente para instalaciones más pequeñas

Un proyecto financiado con fondos europeos ha desarrollado un prototipo de unidad de refrigeración que permite obtener un ahorro de energía primaria del 70 % en plantas más pequeñas.

Tecnologías industriales icon Tecnologías industriales

Los objetivos de cambio climático fijados en el Acuerdo de París de 2015 solo se alcanzarán si se consigue una disminución considerable de las emisiones y del consumo de energía, no solo en las grandes plantas industriales sino también en otras más pequeñas. En el marco del proyecto TRISORP (Energy saving and reducing carbon dioxide emission by applying advanced ammonia/water absorption chillers and decentralised Trigeneration (CCHP) technology to small and medium enterprises) de la Unión Europea (UE), se está empezando a desplegar en instalaciones pequeñas y medianas una nueva tecnología de refrigeración, ECOiCE, que recicla el calor residual para disminuir hasta un 70 % el consumo de energía primaria y las emisiones de gases de efecto invernadero durante el proceso de enfriamiento. La refrigeración por compresión empleada en una gran variedad de procesos industriales requiere una gran cantidad de electricidad. El prototipo de TRISORP «ha sido diseñado para aplicaciones de tamaño pequeño y mediano para las cuales no existe una alternativa a los enfriadores por compresión, que presentan un gran consumo de energía y son dañinos para el medio ambiente», comenta el coordinador del proyecto TRISORP, Günter Bellmann, de KKS Kälte-Klima-Sachsen GmbH (KKS) en Wermsdorf, Alemania, un fabricante de sistemas de refrigeración. El doctor Bellmann aduce: «Logramos ahorrar energía con una nueva aplicación de un principio bien conocido (el enfriador por absorción) a una variedad de usos, desde la nevera doméstica normal hasta las grandes plantas industriales. Se puede utilizar en hoteles, plantas de procesamiento de alimentos, lecherías y supermercados; tiene una variedad de usos muy amplia». Y explica que «el gran ahorro de energía se obtiene de la utilización de calor residual de la CHP (siglas en inglés de planta de generación termoeléctrica) o de la energía solar y otras fuentes de energía para refrigerar un líquido empleado como refrigerante. Utilizamos el calor residual que, en caso contrario, se liberaría al medio ambiente». Al mismo tiempo, se reducen las emisiones de escape de CO2. «Resulta especialmente útil cuando no existe una red disponible como fuente de energía o cuando se utiliza energía solar o GNL (gas natural licuado) como combustible», añade el doctor Bellmann. Lo sencillo es inteligente Según el doctor Bellmann, se obtiene una disminución de gastos adicional reduciendo el número de pasos del proceso de producción y haciendo que la tecnología ECOiCE sea lo más sencilla posible, para que pueda combinarse o instalarse de forma retroactiva en cualquier CHP o turbina de gas. «Para los prototipos utilizamos una "sencillez inteligente", es decir, únicamente empleamos el número de piezas electrónicas y mecánicas absolutamente necesario», afirma el doctor Bellmann. Un número menor de piezas supone un menor número de averías posibles. Normalmente se desarrolla un sistema industrial para el uso general, pero muchas de las funciones son innecesarias. «Por ello, lo mantenemos lo más sencillo posible», comenta, añadiendo que así es más fácil combinarlo con la maquinaria existente en las plantas. Prototipos desarrollados En el marco del proyecto, KKS construyó la planta y desarrolló interfaces para la CHP y otros periféricos, algunos con subcontratistas, socios y fabricantes de CHP. Se utilizó un prototipo de 25 kilovatios en un distribuidor de alimentos con fabricación propia en Alemania para sustituir un refrigerador por compresión. Además, la tecnología se siguió desarrollando para modelos con una capacidad de refrigeración de 50 kW y 100 kW. «Una planta de 100 kW cuesta alrededor de la mitad que cuatro plantas de 25 kW», señala el doctor Bellmann. En Alemania se han instalado seis unidades de demostración, incluyendo en una empresa de procesamiento de carne y en varios distribuidores de alimentos, que las utilizan para el almacenamiento refrigerado. La financiación de la UE también permitió al proyecto encontrar socios comerciales y técnicos para instalar y mantener la tecnología en el extranjero, por ejemplo en España y Austria. En Chile actualmente se está preparando la tecnología ECOiCE para su utilización en una planta de procesamiento de carne.

Palabras clave

TRISORP, energía, CO2, emisiones, gases de efecto invernadero, refrigeración, pymes

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