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An integrative analysis of shifting trends in dental traits in human populations from Neolithic to Iron Age

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Unos dientes prehistóricos revelan sus secretos

Los valores isotópicos de los alimentos consumidos se reflejan en los tejidos de las personas. Dado que el hueso se transforma constantemente a través de su renovación, el análisis de las relaciones isotópicas del colágeno óseo puede arrojar luz sobre las fuentes de proteínas consumidas durante muchos años. Una nueva investigación utiliza este factor para analizar la dieta, la migración y la sociedad entre el Neolítico (6500-4500 a. C.) y la Edad del Hierro (900-100 a. C.).

La aplicación de metodologías interdisciplinares modernas con criterios de bajo coste (como la morfología dental y el análisis isotópico) en arqueología está revolucionando nuestros conocimientos sobre las interacciones entre las poblaciones humanas antiguas y su entorno. Esta interacción arroja luz sobre la evolución de varios sistemas socioculturales. La investigación ANCIENT_TEETH de la Unión Europea (UE) tenía por objeto caracterizar, por primera vez, los cambios en las características dentales de antiguas poblaciones europeas y los factores que influyen en estas transiciones. La investigadora principal, la doctora Beatriz Gamarra Rubí, estudió los desplazamientos de la población en la Gran llanura húngara (GLH) desde la aparición de la agricultura en el período Neolítico hasta la Edad del Hierro. Con el apoyo del programa Marie Curie, empleó la tecnología de microtomografía computerizada (microCT) para obtener los modelos digitales en tres dimensiones necesarios para analizar la forma de la unión amelodentinaria (UED) mediante la técnica morfométrica geométrica. «Los resultados obtenidos todavía son preliminares, pero muestran que, en la Edad del Cobre (4500-2700 a. C.) y la Edad del Bronce (2700-900 a. C.), las personas que vivían en la GPH tenían una morfología de la UED distinta, lo cual sugiere que provenían de otra población», explica la doctora Gamarra. Esto corrobora la investigación llevada a cabo por su supervisor principal, el profesor Ron Pinhasi, la cual muestra las pautas migratorias de las poblaciones desde el este hasta la GPH por la llegada de la Edad del Bronce. Para analizar la dieta de la población, la doctora Gamarra examinó el contenido de los isótopos de carbono y nitrógeno contenidos en el colágeno óseo. «Esto nos permite inferir la cantidad de proteína animal/vegetal que comían estas personas y caracterizar la dieta de estos individuos del pasado». Hallaron que las personas que vivían en la GPH del Neolítico a la Edad del Bronce consumían plantas cultivadas, tales como el trigo y la cebada, así como distintas cantidades de carne obtenida con sus prácticas ganaderas. Hacia el final de la Edad del Bronce las personas comían otros tipos de cereales, incluido el mijo. «Es muy probable que este nuevo cultivo fuera introducido por personas del este, como resultado de una ola migratoria durante la Edad del Bronce». El pasado muestra el camino hacia el futuro La comprensión de los efectos de los cambios en la dieta de las poblaciones antiguas ayudará a explicar el origen de los problemas de salud odontológica contemporáneos. Con ello, el proyecto espera poder comprender la adaptabilidad de los dientes humanos a los cambios actuales y futuros en la dieta, lo cual puede ayudar a los profesionales clínicos a gestionar mejor los requisitos de salud odontológica. «Los datos obtenidos a partir de las micro-CT de alta resolución de los dientes humanos son un recurso inestimable para formular propuestas de investigación con base empírica. La información puede ser utilizada por las personas que piden un cambio en las políticas sanitarias de los países europeos, por ejemplo, en la gestión de la subsistencia nutritiva y la dietética», declara la doctora Gamarra, quien está segura de que la clave para el éxito del proyecto fue la colaboración. «Es vital el uso de múltiples métodos de distintos ámbitos para interpretar una cuestión compleja como la agricultura. La colaboración ayuda a establecer y afinar los temas de investigación fundamentales, enriquece la experiencia y la orientación de los investigadores, y brinda a los jóvenes investigadores la oportunidad de desarrollar aptitudes académicas propias».

Palabras clave

ANCIENT_TEETH, dientes, tecnología microCT, Edad del Bronce, colágeno óseo, Neolítico, Edad del Hierro, morfología dental, Gran llanura húngara

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