Nuevas herramientas de diagnóstico por imagen permiten identificar firmas biológicas de los trastornos mentales
Aunque se utilizan ampliamente para estudiar los trastornos mentales y para descartar otras posibles afecciones somáticas (lesiones, tumores, etc.), en los hospitales todavía no se ha explotado todo el potencial del equipo de RM. Según los socios del proyecto IMAGEMEND (IMAging GEnetics for MENtal Disorders), el problema se encuentra en el hecho de que para diagnosticar enfermedades como la esquizofrenia (SCZ), el trastorno bipolar (TB) y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no se tienen en cuenta los valores biológicos. «No hay ningún valor de la RM, ni de otra modalidad biológica, que se utilice en la actualidad para el diagnóstico (diferencial), la estadificación, la predicción del curso o la selección de la terapia para las enfermedades psiquiátricas. Esto se debe principalmente a la complejidad biológica inherente a estas afecciones que da lugar a tamaños de efecto reducidos de los marcadores biológicos individuales, así como a una importante superposición de las firmas predictivas», observa el profesor Andreas Meyer-Lindenberg del Instituto Central de Salud Mental (Alemania). Sin embargo, la integración de estos marcadores biológicos en algoritmos de predicción, reproducibles y robustos permitiría realizar diagnósticos más precisos y una selección de la intervención más temprana y basada en la biología, lo que a su vez mejoraría los desenlaces del paciente. Tal y como señala el profesor Meyer-Lindenberg, la exploración de estas características biológicas podría no solo ayudar en la gestión clínica de los trastornos psiquiátricos, sino que, en última instancia, podría ayudar a redefinir dichos trastornos de acuerdo con sus características biológicas subyacentes. «Esto tendría un importante impacto a largo plazo sobre los enfoques de la medicina personalizada y el desarrollo de productos terapéuticos nuevos y más eficaces», explica. Para hacer esto posible, los socios de IMAGEMEND pasaron cuatro años construyendo una de las mayores bases de datos multimodales sobre enfermedades psiquiátricas, para lo cual recopilaron datos de unos 13 000 pacientes. Esta base combina datos de neuroimagen, genéticos y de riesgo medioambiental, así como datos clínicos, para permitir la identificación computacional avanzada de las firmas de diagnóstico y predictivas. «El proyecto contribuyó a diversos análisis a gran escala que muestran sólidas diferencias entre los grupos y entre los pacientes y los controles. Sin embargo, una de las principales conclusiones es que, si bien los cambios estructurales del cerebro permiten diferenciar de forma reproducible a los pacientes con esquizofrenia frente a las personas sanas, la ausencia de especificidad respecto a enfermedades relacionadas, como el trastorno bipolar, limita su actividad clínica en la actualidad», afirma el doctor Emanuel Schwarz, coordinador del proyecto IMAGEMEND. Por otra parte, estos cambios estructurales se distribuyen ampliamente en el cerebro, lo que sugiere más la existencia de alteraciones estructurales en todo el cerebro que efectos regionales y bien definidos. De acuerdo con el doctor Schwarz, esto tiene importantes consecuencias para los estudios futuros y señala la necesidad de contar con enfoques estratificados para identificar los subgrupos con cambios similares de la estructura cerebral y posiblemente más localizados regionalmente. Además de impulsar el avance en los conocimientos sobre la biología de los trastornos mentales, IMAGEMEND ha ayudado también a desarrollar una intervención terapéutica basada en neuroimagen con una herramienta de resonancia magnética funcional (RMf) en tiempo real integrada con «software» de análisis de la respuesta neurológica basada en la conectividad. «Actualmente, estamos informando a la comunidad científica sobre la utilidad de la RM estructural para diagnosticar la esquizofrenia. Esperamos que esto dé lugar a colaboraciones que, a su vez, permitan desarrollar herramientas predictivas y de diagnóstico basadas en valores biológicos», afirma el profesor Meyer-Lindenberg. En última instancia, estas herramientas podrían cambiar la gestión clínica de las enfermedades psiquiátricas para incorporar los valores biológicos. De esta forma, los pacientes recibirían un diagnóstico más preciso y un tratamiento más adecuado, lo que acabaría con las múltiples pruebas de distintos tratamientos, posibilitaría una remisión más rápida e incluso ayudaría a prevenir la cronicidad. Los enfoques terapéuticos personalizados minimizarían los efectos secundarios vinculados al tratamiento, y la identificación de perfiles de alto riesgo antes de la enfermedad facilitaría la aplicación de medidas preventivas.
Palabras clave
IMAGEMEND, trastornos mentales, RM, RMf, TDAH, trastorno bipolar, esquizofrenia, neuroimagen, predicción, valores biológicos