Un «nuevo acuerdo» postcrisis para Europa
La crisis económica mundial de 2008 supuso un duro golpe para Europa. El efecto no fue solo inmediato, sino que expuso además varios problemas antiguos que persisten aún hoy. Como consecuencia de la crisis, Europa debe abordar problemas tales como la desindustrialización y su relativa debilidad en cuanto a nuevas tecnologías y nuevas industrias, sueldos prácticamente congelados y la divergencia entre el crecimiento de la productividad y el de los sueldos, una reducción de la distribución del empleo y un aumento de los beneficios empresariales en un contexto de desigualdad creciente. La respuesta a estos retos ha sido una mezcla de austeridad fiscal y reformas estructurales. Sin embargo, estas soluciones a corto plazo no sirven apenas para paliar los problemas a largo plazo. Según el proyecto financiado con fondos europeos ISIGrowth (Innovation-fuelled, Sustainable, Inclusive Growth), lo que Europa necesita es un nuevo acuerdo que se centre en la desfinanciarización de las economías europeas, que logre un crecimiento inclusivo e igualdad mediante un reequilibrio de las fuerzas laborales, y que preste apoyo a industrias innovadoras y respalde el crecimiento sostenible. «El proyecto ISIGrowth ofrece un diagnóstico minucioso de la economía europea y un conjunto de medidas políticas exhaustivas, todo lo cual se propone activar un proceso de crecimiento basado en la innovación, sostenible e inclusivo», afirma Giovanni Dosi, coordinador del proyecto. Diagnóstico del problema El proyecto ISIGrowth se propuso ofrecer un diagnóstico nuevo y exhaustivo de la relación entre innovación, dinámicas de empleo y crecimiento en una economía mundial cada vez más globalizada y financiera. Los investigadores a cargo del proyecto partieron de su diagnóstico para generar un conjunto de herramientas políticas con las que ayudar a que Europa consiga sus objetivos de crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo para 2020. Según Dosi, el proyecto cosechó muchos éxitos en los ámbitos científico y político. «En ambos dominios logramos resultados originales y extraordinarios que desacreditan algunos de los mitos que tienen más peso del que debieran en la creencia generalizada», afirma. Por ejemplo, en lugar de ser un sistema que se autorregula, los investigadores se percataron de que la economía, cuando se abandona a su suerte, funciona o no dependiendo del equilibrio entre un motor «schumpeteriano» que genera y difunde innovaciones y otro «keynesiano» que impulsa la demanda. «Las políticas industriales son ingredientes esenciales para ambos motores, en especial en forma de programas orientados a misiones que abordan tareas tan ambiciosas como el cambio climático o el bienestar», explica Dosi. En lo relativo a las políticas macroeconómicas, los responsables del proyecto concluyeron que las políticas de austeridad como las impulsadas tras la crisis europea están condenadas al fracaso. En el mismo sentido, las reformas estructurales del mercado laboral, normalmente utilizadas para fomentar el empleo, suelen tener el efecto contrario, dejando tras de sí una economía más frágil y propensa a las crisis. Sin embargo, una política económica estable centrada en la inversión y la innovación en la economía real puede ser el mejor ingrediente para el crecimiento. No obstante, el Sr. Dosi advierte de que es fundamental planificar la inversión a más largo plazo: «La financiarización de la economía que se ha observado desde la crisis es contraria a este principio, dado que se basa demasiado en las perturbaciones y los beneficios a corto plazo», expone el Sr. Dosi. Un paradigma teórico nuevo Para transformar estos hallazgos en iniciativas políticas, el proyecto se centró en gran medida en su difusión y celebró varios congresos, talleres y debates con parlamentarios británicos, italianos y europeos, el Banco Central Europeo (BCE), el Bundesbank, el Banco de Rusia y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es más, la codirectora del proyecto Mariana Mazzucato empezó a trabajar como asesora especial de Investigación e Innovación Basadas en Objetivos para Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación. «Confío en que las contribuciones de ISIGrowth ayuden a generar un paradigma teórico nuevo en el que se entienda adecuadamente la economía como un sistema complejo en evolución que cuenta con la innovación, la integración, la redistribución y la sostenibilidad en su núcleo», añade el Sr. Dosi. «Este es el punto de partida para construir un nuevo acuerdo para Europa».
Palabras clave
ISIGrowth, crecimiento económico, innovación, austeridad, economía europea