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Sharing the Pain? Mass Politics and the Policy Responses to the Financial Crisis

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La importancia de la izquierda y la derecha: la opinión pública sobre los rescates internacionales y las políticas de austeridad

La crisis financiera causó estragos en la economía mundial y obligó a las administraciones a adoptar medidas de gran calado y en ocasiones sin precedentes con las que contener sus perjuicios. El proyecto financiado con fondos europeos CRISIS_POLITICS estudio dos tipos principales de respuesta a la crisis: el empleo de rescates internacionales y la puesta en marcha de programas de austeridad nacional.

Sociedad icon Sociedad

La crisis financiera en Europa, iniciada con el colapso de Lehman Brothers en septiembre de 2008, condujo rápidamente a una crisis de deuda soberana que dio lugar a que países como Irlanda, Grecia, España, Chipre y Portugal recibieran rescates internacionales. Un prerrequisito para recibir estas grandes cantidades de dinero fue comprometerse a un programa de austeridad económica que cercenó los presupuestos públicos. Incluso los países europeos que no recibieron rescates, como el Reino Unido, pusieron en marcha políticas de austeridad trascendentales. Escuchar la opinión pública Los rescates internacionales y las políticas de austeridad, las dos respuestas políticas principales a la crisis financiera mundial, provocaron una profunda división entre la población. Estas divisiones orbitaban en torno a la justificación de estas políticas y sobre la mejor manera de ponerlas en práctica. El proyecto CRISIS_POLITICS (Sharing the Pain? Mass Politics and the Policy Responses to the Financial Crisis) se creó para ofrecer análisis basados en datos nuevos y rigurosos sobre los factores y las dinámicas que han conformado la opinión pública en torno a este debate político importante que aún hoy en día sigue dirigiendo el discurso político europeo. «En relación a la cuestión principal sobre por qué los votantes acceden a cargar con el coste de rescatar otros países, descubrimos que el estatus económico de la propia gente, como su nivel de renta o su profesión, explica muy poco a la hora de conocer su opinión», comenta el coordinador del proyecto, el profesor Yotam Margalit de la Universidad de Tel Aviv. «Dicho de otro modo, el debate no es solo un reflejo del interés material de la gente y el modo en el que afecta a su economía personal». Los investigadores del proyecto señalaron que las disposiciones sociales como el cosmopolitismo, se corresponden en mayor medida con el apoyo a los rescates internacionales. En términos generales, concluyeron que la controversia sobre los rescates debe entenderse como un tema político que enfrenta sentimientos nacionalistas a una afinidad cosmopolita mayor. «En resumidas cuentas, no se trata de líneas distributivas que separan a ganadores y perdedores nacionales», afirma el profesor Margalit. «Grexit» y las sorpresas a izquierdas y derechas En el proyecto también se llevó a cabo un estudio detallado sobre las divisiones entre países europeos occidentales en torno a si apoyaban o no la salida de Grecia («Grexit») de la Unión Económica y Monetaria (UEM) y si estaban de acuerdo en utilizar fondos de los contribuyentes para financiar el rescate griego. Descubrieron que el factor fundamental que explica la división pública fue la diferencia tradicional entre derecha e izquierda. «Baste decir que esta situación me sorprendió», comenta el profesor Margalit. «La cuestión principal fue entonces averiguar el modo en el que la división política que suele marcar los debates sobre cuestiones nacionales llega a estructurar la posición en materia de política exterior, en concreto sobre los hipotéticos impagos y la posible salida de un Estado miembro de la UEM». El análisis realizado por el equipo mostró que la división entre derecha e izquierda en torno al «Grexit» no estaba motivada por diferencias de parecer en cuanto a la redistribución, la empatía con los apuros de los griegos o las diferencias en el apoyo general al proyecto europeo. Descubrieron que el principal mecanismo se basa en que los votantes de derechas o izquierdas tienen expectativas enormemente distintas en cuanto al impacto del «Grexit» en la economía europea en su conjunto. «Nuestra conclusión es que estas expectativas muestran en gran medida diferencias en las creencias fundamentales sobre la promesa de un mercado libre», explica el profesor Margalit. «Aquellos en la derecha del espectro político consideran que un rescate masivo es una intervención de la administración en el funcionamiento natural del mercado, y en este sentido, una acción que es muy probable que no tenga resultados positivos. Por otro lado, los situados a la izquierda consideran en mayor medida que un rescate a gran escala en forma de paquete diseñado por la UE producirá un resultado mejor que dejar quebrar a Grecia». Margen de maniobra La sorpresa, en opinión del profesor Margalit, es que existe un nivel de consenso considerable entre votantes de izquierdas y derechas en relación a la composición de las políticas de austeridad cuando se les informa de que es necesario implantar recortes en el gasto. Mediante un método experimental denominado «conjunto basado en la elección» el proyecto mostró que los recortes en las pensiones son los que peor admiten los votantes de derechas e izquierdas y que los aumentos de impuestos y los recortes en gastos sociales y educación también son poco populares. No obstante, la diferencia se genera en temas como los despidos en el sector público (aceptables para la derecha, inaceptables para la izquierda) y los recortes en defensa (aceptables para la izquierda e inaceptables para la derecha). «En general, considero que el aporte de nuestra investigación es que en relación a las preferencias de los usuarios, los políticos tienen más margen de maniobra a la hora de redactar políticas de respuesta a la crisis que lo que sugiere el debate en los medios de comunicación populares», concluye el profesor Margalit. «La idea de que la población se opone de forma categórica a la austeridad es muy problemática, y hemos mostrado que las políticas que los votantes están más dispuestos a respaldar dependen enormemente de las características específicas de lo que ofrecen en conjunto. Configurar una respuesta política que tenga en cuenta estas sensibilidades específicas puede dar lugar por tanto a una respuesta política que recabe un apoyo mucho mayor de lo que cabría esperar si nos atenemos al relato convencional ofrecido por los medios de comunicación en su cobertura del debate».

Palabras clave

CRISIS_POLITICS, austeridad, rescates, opinión pública, Grexit, derecha-izquierda, recortes en el gasto

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