Un paso más cerca de contar con unas modernas instalaciones de almacenamiento de muestras espaciales en Europa
Las misiones espaciales de obtención de muestras están diseñadas para visitar un cuerpo del sistema solar, como la Luna, Marte o asteroides, con el objetivo de recoger y llevar muestras a la tierra, donde se realizan estudios científicos de las mismas. Estas misiones se consideran importantes acciones estratégicas de nuestra exploración continuada del espacio, que marcará el camino para las misiones humanas a la Luna y Marte. Aunque Europa cuenta con un amplio legado tanto en el estudio como en la conservación de muestras extraterrestres (en forma de meteoritos) y en la exploración del espacio, no dispone de unas instalaciones adecuadas para conservar adecuadamente estas valiosas muestras. El proyecto financiado con fondos europeos EURO-CARES se puso en marcha con el objetivo de diseñar un plan de acción para crear unas instalaciones europeas. «La carencia de este tipo de instalaciones hace que perdamos oportunidades de colaborar con socios internacionales como la NASA, China y Japón en misiones realmente interesantes», afirma la Dra. Caroline Smith, coordinadora del proyecto conjunto en el Museo de Historia Natural del Reino Unido. El proyecto espera que, al desarrollar un plan de acción que establezca las funciones requeridas y el posible diseño de tales instalaciones, los responsables políticos vean que Europa puede y que debería contar con un centro de este tipo. Reunir aportaciones de expertos procedentes de diversas disciplinas La estructura del lugar, las medidas de seguridad necesarias para impedir la contaminación adicional, la manera de impulsar la voluntad política y qué debería conservarse realmente: para todas estas cuestiones fueron necesarias las aportaciones de expertos procedentes de una amplia variedad de disciplinas. «EURO-CARES es un proyecto bastante inusual porque es extremadamente pluridisciplinario: nuestro equipo estaba formado por científicos (tierra y vida), ingenieros y tecnólogos», explica la Dra. Smith. Una cuestión fundamental que abordó el proyecto fueron los problemas asociados a la conservación de muestras procedentes de Marte. Este tipo de material plantea algunos retos únicos, ya que nuestro conocimiento actual de la historia del planeta rojo sugiere que contaba con las condiciones ambientales y químicas adecuadas para permitir el desarrollo de la vida. Algunos científicos piensan que incluso es posible que haya algún tipo de vida en Marte en la actualidad. Las misiones al planeta se diseñan muy cuidadosamente para evitar contaminar Marte con posible vida terrestre. Del mismo modo, las misiones para obtener y traer muestras de Marte a la Tierra se diseñan para impedir la contaminación accidental de la biosfera terrestre con materiales procedentes de dicho planeta. «Esta cuestión se toma extremadamente en serio y está cubierta por tratados y políticas internacionales. Unas instalaciones diseñadas y construidas para conservar muestras de Marte deben proteger tanto las propias muestras como a la Tierra. Por consiguiente, serían algo similar a un laboratorio para sustancias peligrosas de nivel 4, muchos de los cuales ya existen en distintos países europeos, donde los biólogos estudian algunas de las enfermedades más peligrosas conocidas». Seguras a la vez que abiertas La seguridad estuvo continuamente presente en los análisis del equipo, que a la vez se mantuvo apasionando sobre la idea de diseñar unas instalaciones que sirviesen de inspiración para el público. «Queríamos producir materiales que pudieran ser utilizados por estudiantes de distintas edades, tanto en entornos de aprendizaje formales como informales», afirma la Dra. Smith. La doctora señala que muchas de las misiones de recogida de materiales que están previstas no llegarán de vuelta a la Tierra hasta primeros y mediados de la década de 2020 como muy pronto. «Los jóvenes de hoy serán los científicos e ingenieros del futuro que estarán trabajando cuando comiencen a llegar las muestras». Investigación oportuna Si bien las muestras podrían llegar durante los próximos diez años, la última vez que se publicaron protocolos de protección planetaria fue a principios de siglo, y dichas publicaciones se hicieron en forma de borrador. «Durante nuestro trabajo, hemos querido revisar estos (y otros) documentos además de señalar los avances tecnológicos que también podrían aplicarse para contar con técnicas más precisas, etc.» Sin embargo, como señala la Dra. Smith, para rediseñar las políticas de protección planetaria sería necesario un proyecto internacional específico que probablemente se extendería a lo largo de 2-3 años y contaría con una amplia gama de expertos en ciencias de la vida y ciencias terrestres, además de especialistas en instrumentos. Mientras tanto, el proyecto ha establecido que será necesario un mínimo de siete años para diseñar y construir unas instalaciones adecuadas para conservar las muestras traídas de asteroides y la Luna, un plazo que sería incluso mayor en el caso de las muestras obtenidas de Marte. EURO-CARES afirma que la Dra. Smith ha desarrollado una excelente red de expertos procedentes de diversos campos. «Nuestro trabajo está siendo utilizado por compañeros de Japón y Estados Unidos como base para su labor, lo cual ha confirmado los conocimientos especializados y el liderazgo europeo en este área, además de darle una visibilidad mucho mayor a dichos conocimientos».
Palabras clave
EURO-CARES, Marte, muestras, conservación, Centro Europeo de Conservación de Muestras, misiones espaciales de obtención de muestras