Mejorar los tratamientos oculares para pacientes ancianos
El diseño de tratamientos oftálmicos integrales y perdurables (a largo plazo) permitirá mejorar la calidad de vida de millones de ciudadanos y contribuirá a una mejor gestión de los costes sanitarios de los países. «El envejecimiento de la población, tanto en Europa como en el resto del mundo, obliga a disponer de profesionales expertos en la ciencia de la visión», afirma Robert Montés-Micó, coordinador del proyecto AGEYE (Aging eye) de la Universidad de Valencia, España. «Por ello, en el marco de este proyecto se impartió formación especializada, se iniciaron proyectos de investigación interdisciplinaria y se desarrollaron carreras profesionales». La ciencia de la visión es, sencillamente, el estudio de la visión. Los expertos en este campo, que investigan la complejidad del ojo y los procesos visuales, son especialistas en oftalmología y optometría, así como, entre otras disciplinas y de forma más general, biología, neurociencia y psicología. La importancia social y económica de este campo es cada vez mayor debido al envejecimiento global de la población. «El cambio demográfico etario se ha convertido en uno de los principales retos de la medicina», continúa Montés-Micó. «Para diseñar nuevos tratamientos destinados a restaurar la vista, es necesario entender los efectos del envejecimiento en el sistema visual». El estudio del ojo El equipo del proyecto AGEYE se propuso investigar los cambios a largo plazo de la estructura y la fisiología ocular a medida que se va envejecimiento. Para ello, se formó a diez investigadores jóvenes y dos expertos en los conceptos y las técnicas de investigación de última generación para el estudio del ojo humano. Además, se ofrecieron herramientas para gestionar sus carreras profesionales y se establecieron contactos laborales que les permitieran aplicar sus conocimientos y continuar su aprendizaje. «El estudio del envejecimiento ocular y sus efectos sobre la actividad visual constituye un campo de aprendizaje de gran interés para jóvenes investigadores», declara Montés-Micó. «También representa un reto importante. Dado que se trata de un campo multidisciplinario, es necesario tener conocimientos de anatomía, óptica fisiológica, psicofísica, física, optometría y tecnología». Otro de los objetivos del proyecto fue que los participantes conocieran los cambios en la estructura del ojo producidos por la edad, ya que se destinan muchos recursos económicos y humanos a tratar las cataratas y la presbicia (pérdida de la visión cercana debido a la edad). Avances en los tratamientos oftálmicos A partir de este trabajo inicial, el equipo de AGEYE investigó la respuesta del sistema visual a diferentes estímulos. A continuación, se combinaron los resultados obtenidos con los datos de imagen del cristalino y se formularon nuevas hipótesis acerca de la implicación del envejecimiento en los cambios anatómicos del ojo. Se desarrollaron sistemas para el modelado de la superficie del ojo y se identificó la localización de algunas estructuras oculares con mayor precisión que con las técnicas de imagen tradicionales. Además, en este proyecto se analizaron las consultas que se deben a procesos de envejecimiento del sistema visual, si estos se pueden determinar objetivamente y relacionar con estas consultas. Por último, los socios del consorcio compartieron sus conocimientos y experiencia sobre los tratamientos para las cataratas y la presbicia (lentes de contacto e intraoculares), lo que permitió entender mejor las ventajas y los inconvenientes de las opciones actuales. «En conjunto, gracias al proyecto, se conocen mejor los procesos de envejecimiento del ojo humano y se cuenta con científicos formados en este campo que trabajarán para mejorar la calidad de vida de los ancianos», concluye Montés-Micó.
Palabras clave
AGEYE, visión, ojo, envejecimiento, mayores, sanidad, oftalmología, optometría
