La resiliencia de los insectos al calentamiento global
El cambio climático ya ha afectado a muchos organismos vivos. Sus efectos son desencadenados no solo por el calentamiento global, sino también por el aumento de la frecuencia de eventos raros y la variación de las condiciones ambientales. La iniciativa financiada con fondos de la Unión Europea CLIMINSECTS (The effect of expected climate change on insect performance: Physiology, behavior and life history) se propuso desvelar cómo influyen en los ectotermos el cambio climático y las condiciones climáticas adversas en general. Para tal fin, los investigadores examinaron factores como el tamaño corporal del organismo, los efectos sobre la eficacia biológica y el rendimiento y el comportamiento. El equipo de CLIMINSECTS estudió si el tamaño corporal de los insectos ha disminuido en respuesta al calentamiento global y los efectos que tienen la inanición y el envejecimiento en su capacidad para hacer frente a temperaturas desfavorables. Asimismo, se evaluó el impacto que podría tener el aumento de la temperatura sobre la longevidad de un organismo. Los investigadores de CLIMINSECTS emplearon como especie modelo el escarabajo de la harina, que presenta un ciclo generacional corto y es muy fácil de mantener en el laboratorio. En este contexto, estos estudiaron cómo los escarabajos responden a diferentes condiciones climáticas ante situaciones contrapuestas y se propusieron predecir cómo responderán estos insectos al actual cambio climático. Aunque se predice que el aumento de la temperatura provocará una reducción del tamaño corporal, los investigadores no detectaron cambios en este sentido tras analizar un conjunto de datos que incluye cuatro mil especímenes de más de veintinueve especies de escarabajos. Sin embargo, descubrieron que la inanición y el envejecimiento provocaban que los escarabajos exhibieran una menor resiliencia al estrés térmico. El equipo observó que el aumento de la temperatura no tiene necesariamente un efecto perjudicial, más bien todo lo contrario, ya que esto favoreció una mayor tolerancia al calor y el frío contradiciendo así la hipótesis de la aclimatación beneficiosa, que predice una adaptación a un cambio gradual. Los investigadores de CLIMINSECTS demostraron que los reptiles que viven en regiones frías tienen una mayor esperanza de vida, probablemente debido a que crecen más lentamente en comparación con aquellas especies de reptiles que viven en zonas cálidas. Además, estos descubrieron que el efecto del estrés crónico o recurrente sobre el rendimiento de los insectos era diferente al efecto de un único episodio de estrés leve. Llevando el estudio un paso más allá, el equipo descubrió que el gusano león, un insecto que vive en la arena, selecciona zonas con sombra que proporcionan una temperatura más baja y contrarrestan el riesgo de morir por deshidratación. Los investigadores descubrieron que en tales situaciones, los insectos pueden valorar los diferentes factores en juego y tomar una decisión óptima.
Palabras clave
Insectos, cambio global, CLIMINSECTS, tamaño corporal, aumento de la temperatura