Un paso más cerca de acabar con los rumores y noticias falsas en Internet
Los rumores son un fenómeno que se remonta miles de años, tal y como atestigua el término del griego antiguo —y moderno— «pheme», que significa rumor o información imprecisa. En la era de las redes sociales, cada vez son más las personas que buscan noticias y se informan en Internet por lo que, con frecuencia, toman decisiones o se forman opiniones basándose en información falsa. El proyecto financiado con fondos europeos PHEME (Computing veracity across media, languages, and social networks) desarrolló herramientas informáticas capaces de identificar y comprobar la veracidad de los rumores que circulan por la red. Su labor no podría haber resultado más oportuna dado que la proliferación de medios alternativos ha provocado que periodistas y responsables de medios de todo el mundo intensifiquen sus esfuerzos por corroborar los hechos. «Unos ejemplos recientes de enorme relevancia serían diferentes elecciones y referendos, en los que las informaciones falsas y la propaganda en Internet podrían haber confundido a numerosos ciudadanos», afirma la coordinadora del proyecto Kalina Bontcheva, de la Universidad de Sheffield (Reino Unido). «Diversas redes sociales como Facebook también están afrontando el reto de limitar el impacto de las informaciones erróneas que se publican en línea», añade. PHEME desarrolló un sofisticado marco informático que permite detectar y verificar rumores a gran escala de manera rápida y automática. «Una de las herramientas fundamentales que hemos creado es un conjunto de instrumentos periodísticos de código abierto que permite a los periodistas identificar rumores incipientes y examinar los aspectos clave de los debates de relevancia que tienen lugar en redes sociales», explica la profesora Bontcheva. «Otra sería una herramienta de comprobación automática de noticias que puede ayudar a los periodistas a comprobar la validez de las reivindicaciones expresadas por políticos o en los medios informativos». Asimismo, PHEME desarrolló instrumentos con los que identificar y analizar informaciones erróneas de carácter médico. De cara a garantizar la eficiencia de sus herramientas, el equipo del proyecto utilizó rumores antiguos como datos para enseñar a los algoritmos de inteligencia artificial. «Hemos enseñado a los modelos a detectar las opiniones o posturas que adoptan las personas con respecto a una reivindicación determinada y, basándose en eso, identificar la probabilidad de que un rumor sea cierto o falso», explica la profesora Bontcheva. «Una vez completada esta labor, el equipo puede asignar un valor que determina la veracidad de un rumor». El trabajo ha resultado complicado ya que las máquinas también pueden errar a la hora de detectar verdades parciales y propaganda, al igual que las personas. No obstante, el funcionamiento del sistema no para de mejorar y es capaz de cruzar una ingente cantidad de información procedente de distintas fuentes con gran celeridad. «Las herramientas de PHEME pueden proporcionar las pruebas, pero para la toma de decisiones se requiere la intervención humana», afirma la profesora Bontcheva. «Las herramientas de análisis de rumores creadas por PHEME han sido ideadas para ayudar a los periodistas a la hora de tomar decisiones y llevar a cabo tareas de verificación, no para reemplazar a estos profesionales», recalca. El nivel actual de precisión, que oscila entre un 75 y un 80 %, resulta bastante satisfactorio para los propósitos del proyecto. Cabe destacar que la mayoría de las herramientas son de código abierto y están disponibles de manera gratuita para que científicos, periodistas y profesionales médicos puedan experimentar con ellas. Distintas organizaciones se han sumado para poner a prueba las herramientas y ya se están debatiendo fórmulas para comercializar los resultados. Uno de los desafíos globales a este respecto consiste en cómo eliminar las noticias falsas de las redes sociales de los usuarios. «Aunque algunos agentes clave han empezado a desarrollar soluciones para abordar esta cuestión, no han conseguido solucionar el problema, de la misma forma que no hemos sido completamente capaces de acabar con los correos electrónicos no deseados», asevera la profesora Bontcheva. «Además, cualquier herramienta debe complementarse con un grado de concienciación cada vez mayor por parte de los usuarios de redes sociales, a los que también hay que educar para que puedan detectar noticias falsas y contenidos que no sean fiables», añade. Entretanto y una vez concluido el periplo del proyecto, los socios siguen perfeccionando los algoritmos en lo referente a su fiabilidad, escalabilidad y eficiencia. «Estamos optimizando esta tecnología y hemos conseguido grandes avances con respecto a las versiones de hace tres años», asegura la profesora Bontcheva. En suma, PHEME ha ofrecido diversos conjuntos de datos relativos a rumores verificados por profesionales y herramientas informáticas. Estas informaciones pueden ser analizadas y verificadas de manera independiente, por lo que también se evitan cuestiones relacionadas con la censura. Los hallazgos derivados de su labor resultarán fundamentales para hacer que las noticias sean más veraces, con lo que las creencias y las decisiones de los ciudadanos estarán mejor fundamentadas.
Palabras clave
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