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Applying Pilot Models for Safer Aircraft

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Un nuevo concepto de cabina resalta la cooperación entre humanos y máquinas

Un equipo de investigadores financiado con fondos de la Unión Europea ha desarrollado un nuevo concepto de cabina, diseñado para ayudar a los pilotos a seleccionar el nivel perfecto de automatización para condiciones específicas de vuelo.

Las tripulaciones de los aviones nunca saben exactamente qué esperar de un vuelo. Un espacio aéreo congestionado o condiciones meteorológicas adversas pueden aumentar considerablemente la carga de trabajo (y el estrés), mientras que un vuelo tranquilo de ocho horas de París a Nueva York genera una carga de trabajo muy inferior. El objetivo del proyecto A-PIMOD (Applying Pilot Models for Safer Aircraft), financiado por la Unión Europea, era desarrollar un sistema que la tripulación pudiese ajustar para proporcionar exactamente el nivel adecuado de automatización para cualquier condición de vuelo. Compartir la carga de trabajo «Este sistema funciona proporcionando primero un análisis de riesgos del mundo exterior, en función de las condiciones meteorológicas, el tráfico, etc. y, a continuación, determinando una lista de tareas que la tripulación debe realizar», explicó el coordinador del proyecto A-PIMOD, el Dr. Andreas Hasselberg, del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). «El sistema también se fija en la situación de la tripulación y evalúa si tiene una sobrecarga de trabajo o están estresados. A partir de esta información, el sistema recomienda un nivel de automatización, que la tripulación puede entonces ajustar. Si las condiciones de vuelo son difíciles, el sistema puede ayudar asumiendo parte de la carga de trabajo. Si las condiciones de vuelo no presentan complicaciones, se puede reducir la automatización para asegurarse de que la tripulación se mantenga estimulada y alerta. Se trata de una cuestión de seguridad». El proyecto también ha desarrollado nuevas e innovadoras formas de interacción entre las personas y la máquina en la cabina, mediante pantallas táctiles y tecnologías de reconocimiento de voz y de gestos, que podrían se beneficiosas en entornos críticos para la seguridad. Lograr la aceptación del sector A-PIMOD comenzó con el desarrollo de prototipos de tecnología individuales que se centraban en funciones específicas en la cabina. El equipo del proyecto también introdujo tecnologías nuevas de pantalla táctil y de reconocimiento de voz y de gestos. Un consejo asesor de alto nivel compuesto por expertos del sector de la aviónica, las aerolíneas y pilotos con experiencia, pusieron a prueba estos elementos individuales en simulaciones. «Este grupo nos proporcionó información valiosa que nos permitió ajustar la tecnología y aumentar la funcionalidad», explicó Hasselberg. «Finalmente, pudimos construir un simulador de alta fidelidad que integraba todas estas piezas individuales, totalmente comunicadas entre ellas». Este grupo de asesoramiento también fue esencial para ayudar a superar el escepticismo ante las tendencias en automatización. «Sabíamos que lograr la aceptación sería complicado», comentó Hasselberg. «Hay una serie de cuestiones que suscitan inquietud. Por ejemplo, si tenemos un sistema que recopila datos sobre el estado de la tripulación, ¿qué pasa con esos datos? Tuvimos que dejar claro que el objetivo del sistema no es valorar a los pilotos ni a la tripulación, sino evaluar la situación con el objetivo de ofrecer el nivel ideal de automatización». El proyecto completó su labor en agosto de 2016. A fin de avanzar hacia la comercialización de esta nueva tecnología, Hasselberg insiste que tanto los investigadores como la industria deben ser transparentes acerca de los beneficios para la seguridad y de cómo se utilizará la tecnología. De lo contrario, la tecnología podría fracasar debido a un problema de aceptación social. «Todavía estamos trabajando en este sistema de una forma muy general», aclaró Hasselberg. «Como consorcio nos gustaría continuar colaborando pero, evidentemente, eso dependerá de la financiación». Una oportunidad interesante es la posibilidad de aplicar la tecnología en la torre de control en vez de en la cabina. «Cada vez se acepta más la idea de que las máquinas y las personas pueden trabajar juntos», matizó Hasselberg. «Se trata de cooperar y compartir la carga de trabajo con el objetivo de aumentar la eficiencia. En definitiva, queremos mantener el máximo nivel posible de rendimiento en los sistemas de humanos y máquinas».

Palabras clave

A-PIMOD, aviación, piloto, automatización, Hasselberg, simulador, cabina, DLR

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