Observación inteligente desde la Tierra y el espacio contra terremotos y erupciones
La experiencia no deja lugar a dudas sobre la importancia de contar con información precisa y oportuna para dar una respuesta eficaz ante cualquier tipo de emergencia. Los datos en bruto generados por distintas fuentes de observación (sensores satelitales y terrestres) resultan difíciles de interpretar de un modo que facilite los esfuerzos de mitigación o respuesta ante emergencias. El proyecto APHORISM trabajó para mejorar los datos que se emplean en la gestión de crisis sísmicas y volcánicas y desarrolló dos métodos nuevos en los que se combinan datos satelitales de observación de la Tierra recabados por distintos sensores y datos terrestres. Según el Dr. Merucci, uno de los principales participantes en el proyecto: «Estos datos ofrecen productos cartográficos de daños de mayor precisión y muy útiles a la hora de mitigar las consecuencias para personas e infraestructuras». Mejora de la evaluación de daños en terremotos y erupciones Hace años que se realizan análisis de datos satelitales para evaluar la magnitud de las consecuencias de un terremoto. Ahora, APHORISM aporta una metodología de mapas de daños basada en «información sísmica previa» (A Priori information for Earthquake, APE), una metodología que integra mapas de detección de cambios e información sobre la situación recabada antes del fenómeno. Estos datos previos se extraen de un radar de apertura sintética interferométrico (InSAR) que vigila y mide los movimientos del suelo, mapas de sacudidas generados a partir de datos sismológicos y evaluaciones de vulnerabilidad. En palabras del Dr. Merucci: «El principal adelanto fue la adopción de indicadores de daños innovadores que muestran la vulnerabilidad de los centros urbanos, como por ejemplo información sobre vulnerabilidad estructural de edificios, con total independencia de los datos de observación de la Tierra». El segundo objetivo de APHORISM consistió en desarrollar un sistema mejorado de gestión de crisis volcánicas. Las erupciones volcánicas y las emisiones de gas y partículas sólidas asociadas se encuentran entre los contaminantes naturales de mayor magnitud, y suelen crear graves problemas sociales, económicos y medioambientales. Para mejorar el sistema de detección de cenizas, en APHORISM se creó un procedimiento de «cálculo de la nube de ceniza volcánica multiplataforma» (MACE). Tal y como explicó el Dr. Merucci: «MACE innova al hacer que el instrumento en órbita geoestacionaria fije la velocidad y la resolución espacial de la función de detección e información de nubes de ceniza. El conocimiento recabado se mejora, acto seguido, mediante corpus de datos adicionales». En estos corpus se incluyeron los datos adquiridos de manera periódica y frecuente por el sensor SEVIRI a bordo del satélite Meteosat de Segunda Generación (MSG) en órbita terrestre geosíncrona (GEO) y los recabados con menor frecuencia pero con mayor detalle por los sensores en órbita terrestre baja (LEO). Además se complementaron con datos terrestres recabados sobre el terreno, los cuales se obtienen con mucha frecuencia y poseen una resolución espacial muy elevada, si bien abarcan un área limitada. La información térmica tradicional en el infrarrojo de las cenizas se combinó con datos de espectro más amplio desde el visible al infrarrojo y se amplió el espectro de detección para que abarcase situaciones nubosas y de elevada concentración de vapor. De sensores a centinelas Tras su validación con catástrofes históricas relevantes, la prioridad para APHORISM era transformar los procedimientos conformados en productos comercializables. APE dio lugar a un «mapa indizado de probabilidad de daños» (Likelihood Index Damage Map, LIDaM), en el que se emplean imágenes de gran resolución a escala de edificios y datos satelitales de resolución media a escala de manzanas. Según el Dr. Merucci, LIDaM «garantizará una respuesta rápida en apoyo de los equipos de rescate, al identificar las zonas más perjudicadas en las que concentrar los rescates y reducir la cantidad de falsas alarmas». Para las situaciones de presencia de cenizas se crearon «productos de ceniza integrados» (Integrated Ash Products, IAPs), entre los que se incluyen aquellos que generan mapas de masa, radio real, profundidad óptica de aerosoles, concentración y altura de la nube, todos los cuales mejoran la seguridad del tráfico aéreo. «Estos productos de APHORISM amplían la cartera de servicios de mapas de emergencias, sobre todo al integrarse en las misiones del satélite Centinela de la Agencia Espacial Europea (ESA) destinados a cumplir el programa Copérnico», resumió el Dr. Merucci. Copérnico es el programa de observación de la Tierra de mayor envergadura del mundo y tiene como objetivo generar información de gestión medioambiental que facilite las decisiones relativas a factores como el mar o la tierra firme, la atmósfera, las situaciones de emergencias, la seguridad o el clima.
Palabras clave
APHORISM, teledetección, evaluación de riesgos, erupciones volcánicas, incidencias sísmicas, terremotos, ceniza volcánica, respuesta a emergencias, mitigación, detección de cenizas, observación de la Tierra, mapas de daños