Una estrategia novedosa para la contratación de innovación
La población de Europa está envejeciendo, proceso está provocando el surgimiento de nuevos retos para la sociedad. Así, tal vez el mayor desafío resida en atender la demanda creciente de servicios sanitarios y tratamientos para enfermedades crónicas. Por tradición, el sistema sanitario europeo se ha centrado principalmente en el ciclo que va de la atención hospitalaria a la ambulatoria. Sin embargo, para satisfacer las nuevas exigencias que presenta esta población envejecida, el enfoque debe virar hacia la prestación de servicios preventivos y de autocuidado, algo que pasa por la introducción de nuevas tecnologías y soluciones basadas en TIC. Pero el lanzamiento de estas tecnologías al mercado dista de suponer una tarea sencilla. De hecho, la contratación inicial de soluciones innovadoras es una de las mayores trabas. En general, los motivos de esta dificultad se deben buscar en el hecho de que las autoridades sanitarias y los organismos encargados de los procesos de licitación aún no han hecho propios instrumentos de contratación centrados en la innovación tan novedosos como la contratación precomercial (CPC) y la contratación pública para la innovación (CPI). El proyecto, INSPIRE, financiado con fondos europeos, permitió modificar este modelo de contratación anticuado mediante el fomento de la CPC y la CPI dentro de los ámbitos de la sanidad electrónica, el envejecimiento activo y la vida independiente. El proyecto incidió en el intercambio y la difusión de pruebas fehacientes de la eficacia de determinadas prácticas de contratación obtenidas en el marco de diversos proyectos europeos, y también en la prestación de asistencia a organismos contratantes europeos que operaban en el sector de la sanidad y que deseaban adoptar estas nuevas prácticas de contratación colaborativa. Definición de la CPC y la CPI La CPC facilita el desarrollo conjunto de nuevos métodos y procesos de prestación de servicios en el ámbito de la sanidad, para lo cual pone en contacto a las entidades que se enfrentan a problemas, por un lado, con proveedores de soluciones tales como usuarios finales y empresas de tecnología, por el otro. Más en concreto, este enfoque ha sido ideado para contratar servicios de I+D e innovadores que permitan que los organismos públicos contratantes compartan, directamente con los proveedores, los riesgos y beneficios que comportan el diseño, la elaboración de prototipos y la realización de pruebas de nuevos productos y servicios. Al aunar las fuerzas y los recursos de diversos organismos contratantes, la CPC crea unas condiciones óptimas para la comercialización y asimilación generalizadas de los resultados de I+D mediante su estandarización o publicación. Por su parte, la CPI se refiere a un proceso de contratación donde las autoridades interesadas actúan como «cliente de lanzamiento» o bien como usuario pionero. De esta forma, adquieren los bienes o servicios innovadores que acaban de salir al mercado y que, obviamente, no están aún disponibles para su comercialización a gran escala. Contratar con confianza En palabras de Suzan Ikävalko, de Nordic Healthcare Group y responsable del proyecto, «INSPIRE se fijó como objetivo mejorar la confianza en la CPC y la CPI creando un ecosistema de partes interesadas y, al mismo tiempo, una plataforma de comunicaciones que sirviese de inspiración para organismos públicos contratantes de Estados miembros, responsables de definir estrategias de adquisición de soluciones innovadoras en materia de sanidad electrónica, envejecimiento activo y vida independiente». El proyecto empezó por establecer una red sectorial de autoridades contratantes que se habían comprometido a utilizar prácticas de contratación innovadoras. Más adelante, esta red sirvió como centro para la recopilación y la difusión de pruebas fehacientes y escenarios de mejores prácticas en cuanto a la implantación de la CPC y la CPI como métodos para el desarrollo de nuevas tecnologías y servicios TIC dentro del sistema sanitario. Asimismo, el proyecto fue un paso más allá y actuó como vínculo entre iniciativas de contratación innovadoras y actividades de inversión de capital riesgo. De nuevo en palabras de Suzan Ikävalko, «las iniciativas de I+D y las actividades innovadoras a menudo deben hacer frente a diversas dificultades para atraer la financiación externa necesaria en un plazo de tiempo adecuado, sobre todo en la fase de creación de prototipos y comercialización». Y añadió, «conectar la CPC con entidades de capital riesgo puede brindar el impulso necesario que faltaba para completar la cadena de innovación de forma que se garantice la viabilidad del proyecto empresarial». Herramientas útiles para hacer frente a problemas comunes Gracias a estos esfuerzos se crearon diversas herramientas, recomendaciones y modelos relacionados con la CPC y la CPI. Por ejemplo, el conjunto de herramientas de la CPC y la CPI presenta a los usuarios los aspectos pertinentes de la contratación de innovaciones y los problemas comunes que un diseño minucioso puede solucionar. Utiliza casos reales para demostrar cómo identificar la necesidad, comunicarse con el mercado, definir una propuesta empresarial y diseñar un procedimiento competitivo. Por otro lado, INSPIRE cuenta con un documento llamado Business Case Modelling que indica las principales preguntas a las que los contratantes y sus organizaciones deben poder contestar de cara a dilucidar si deberían llevar a cabo iniciativas de CPC con vocación de futuro.
Palabras clave
INSPIRE, sanidad, CPC, PCP, contratación precomercial, CPI, PPI, contratación pública para la innovación, envejecimiento, enfermedades crónicas, tecnologías de la información y la comunicación, conjunto de herramientas, TIC
