Las bacterias condicionan el sistema inmunitario del neonato
En todas las superficies —internas y externas— del cuerpo de los mamíferos sanos habita una microbiota comensal, por ejemplo en la piel, las vías respiratorias y el intestino. Ya es bien conocido el papel que desempeñan estos microorganismos en la digestión de alimentos, la producción de vitaminas y la protección inmunitaria. De hecho, se atribuye un mayor riesgo de sufrir enfermedad inflamatoria intestinal en caso de alteraciones de la composición de la microbiota intestinal. Ya desde el nacimiento comienza una colonización por parte de bacterias que son beneficiosas, proceso estrechamente ligado al entorno inmediato. Ello subraya la importancia que tiene para la salud del niño la exposición a la microflora materna en la primera infancia. Los científicos participantes en el proyecto financiado con fondos europeos MICROBIOTA-NEONATE (Characterization of maternal microbiota-dependent imprinting of the neonatal immune system) tenían el propósito de investigar los efectos fenotípicos y funcionales de la microbiota materna sobre el sistema inmunitario del neonato y también el mecanismo por el que se produce este fenómeno. Así, los investigadores expusieron a ratonas preñadas exentas de gérmenes a la cepa comensal de Escherichia coli (HA107) y después compararon su descendencia con la de otras roedoras que se mantuvieron sin gérmenes durante todo su embarazo. Se observó que la descendencia expuesta a E. coli comensal en el útero contaban con más células inmunitarias responsables de mantener la homeostasis en la interfaz entre el huésped y los microbios y también mayor inmunidad frente a patógenos invasores. Los científicos de MICROBIOTA-NEONATE también demostraron la importancia de la exposición a la microbiota durante la gestación. La descendencia criada por madres exentas de gérmenes presentó una traslocación bacteriana a los nódulos linfáticos, mientras que la descendencia expuesta a la microbiota materna disponía de protección y expresaba un mayor número de genes involucrados en la defensa antimicrobiana y la homeostasis intestinal. Los datos recabados sobre este mecanismo demuestran que la mayoría de las alteraciones observadas en el sistema inmunitario de la descendencia causadas por la colonización gestacional se debían a la presencia de anticuerpos maternos. Ello tiene lugar en el útero a través de la placenta y, después del nacimiento, a través de la leche materna. Curiosamente, los anticuerpos maternos portaban factores de origen bacteriano en la leche materna que podían llegar hasta la descendencia durante la gestación. En suma, la creciente incidencia de enfermedades alérgicas entre los niños de los países desarrollados y las cifras de mortalidad neonatal e infantil por diversas enfermedades infecciosas en los países en vías de desarrollo subrayan la necesidad de mejorar la inmunidad de los neonatos. Las conclusiones del estudio MICROBIOTA-NEONATE contribuirán a reforzar la prevención prenatal de enfermedades alérgicas y a contar con nuevas herramientas terapéuticas que reduzcan la mortalidad infantil.
Palabras clave
Sistema inmunitario, microbiota materna, intestino, E. coli, útero, gestación, anticuerpos, enfermedad alérgica