El proyecto de secuenciación de plantas ilustra las ventajas de un espacio europeo de investigación
La noticia de la satisfactoria secuenciación del genoma de una pequeña planta se celebró en Bruselas el pasado 13 de diciembre no sólo como un hito de la genética sino también como un éxito de la colaboración transfronteriza. Los científicos de todo el mundo disponen ahora de libre acceso al genoma de esta pequeña planta herbácea, la Arabidopsis thaliana, que está emparentada con las familias de la col y de la mostaza, y conocida más popularmente como una especie de berro. No fue elegida como objeto de estudio porque tuviese valor comercial sino porque posee un genoma relativamente pequeño en comparación con otras plantas de floración cuya decodificación hubiese exigido enormes recursos. En cambio, investigadores de EEUU, Japón y Europa pudieron estudiar y dividir los cinco cromosomas de la A. thaliana en secciones relativamente reducidas. Sin la colaboración internacional, como ellos reconocen, este proyecto pionero nunca se habría culminado en sólo diez años. A los representantes de la Comisión les complace este resultado, no sólo porque la Dirección General de Investigación ha participado en la financiación del proyecto desde 1991, sino también porque el proyecto de secuenciación de la Arabidopsis se ajusta a la noción política de un espacio europeo de investigación que fomente proyectos estratégicos a gran escala. Su éxito constituye un excelente ejemplo de las ventajas de la colaboración internacional en proyectos de investigación a gran escala, a largo plazo y de importancia social, exactamente como lo propuso Philippe Busquin, Comisario de Investigación, en su comunicación publicada este mismo año sobre un espacio europeo de investigación. Al anunciar el éxito del proyecto ante una atestada sala de prensa en Bruselas, el Director General de Investigación Achilleas Mitsos habló sobre la importancia de colaborar en proyectos similares. "Estas actividades de investigación de la UE se proponen salvar distancias y reducir las diferencias entre ciencia y sociedad," afirmó. "Esto tiene una notable importancia para el futuro." Ahora que los científicos poseen un "mapa" de la ubicación exacta de cada gen en el ADN de la A. thaliana, necesitan determinar qué proteínas puede fabricar cada uno de estos genes. Esto tendrá enormes consecuencias para la biotecnología, ya que el complemento básico de los genes presentes en todas las plantas está presente en la Arabidopsis. Los resultados de este trabajo pueden cambiar el aspecto de la agricultura, y provocar consecuencias potencialmente gigantescas. "Es probable que el conocimiento actualmente disponible tenga para las personas un valor semejante a la secuencia de la totalidad de los genes humanos, porque todos se beneficiarán directamente de la mejora en los suministros alimentarios que se derivarán de una comprensión más profunda de las plantas," dice Mike Bevan, uno de los coordinadores europeos del proyecto, que trabaja en el John Innes Centre de Norwich (Reino Unido). En los EEUU ya se ha puesto en marcha un nuevo proyecto decenal, "Arabidopsis en 2010", para determinar la función de los genes en la planta. En la Comunidad Europea no pueden tomarse decisiones de financiación a tan largo plazo. Sin embargo, hay muchos directivos de la Comisión que desean que continúe la investigación en este campo durante la siguiente ronda de financiación de IDT de la UE, que abarcará de 2002 a 2006. "Utilizaré toda la influencia a mi alcance con objeto de convencer al Parlamento [Europeo] de que es importante continuar la investigación en este campo para que podamos comprender qué es lo que necesitamos," declaró a Noticias CORDIS el director del programa de Ciencias de la Vida de la Comisión, Bruno Hansen. "Tenemos que asegurarnos de fomentar la base de conocimientos en este ámbito."