Menos obstáculos para el transporte por carretera automatizado
El ambicioso proyecto de cuatro años de duración CITYMOBIL2 sacó a la calle dos flotas de seis vehículos sin conductor con capacidad para diez pasajeros en Italia, Francia, Suiza, Finlandia, Grecia y España. En estos vehículos dotados de sistemas de localización y percepción se instalaron ordenadores de a bordo para procesar datos y tomar decisiones sobre su control. Los vehículos se comunicaron con un sistema centralizado de supervisión y que tomó decisiones para el conjunto de la flota y asignó misiones a cada uno de los vehículos dependiendo de la demanda de transporte. Una filosofía nueva Los hitos alcanzados durante los cuatro años de duración del proyecto podrían cambiar la consideración que se tiene del transporte automatizado. «Hasta ahora se ha tratado de dotar a los vehículos de tecnologías que les permitan llegar a cualquier punto sin tener en cuenta el entorno o la infraestructura», aseguró el profesor Adriano Alessandrini de la Universidad de Florencia (Italia) y coordinador del proyecto CITYMOBIL2. «En mi opinión este camino no es el adecuado, ya que se depende por completo de la tecnología de a bordo para garantizar la seguridad. Si enseñas a un coche a conducir como un humano cabe esperar la misma cantidad de muertes». El proyecto CITYMOBIL2 no se dedicó a aumentar la inteligencia de los vehículos, sino que adoptó un enfoque más holístico del sistema de transporte al completo para demostrar su seguridad integral a prueba de fallos. Alessandrini añade que este planteamiento se ha empleado durante los últimos veinte años en la automatización de la red de metro y ferrocarril. «La automatización se utiliza desde hace decenios», añadió. «No es nada nuevo. El reto pasa por dar con proveedores de tecnología adecuados, y en este proyecto intentamos utilizar tecnologías ya comercializadas en la medida de lo posible. Como objetivo se debe replantear la infraestructura de transporte al completo y reflexionar sobre su gestión de tal modo que distintos usuarios puedan aprovecharla a distintas velocidades. El transporte automatizado ofrece esta oportunidad». Aprovechar el potencial del mercado Uno de los grandes retos del proyecto fue poner en circulación vehículos en siete países con marcos jurídicos diferentes. «En Grecia tuvimos una experiencia extraordinaria, pues entró en vigor a tiempo una ley especial gracias a la cual pudimos gestionar un autobús completamente automatizado», sostuvo Alessandrini. «En otros países trabajamos muy de cerca con los ministerios relevantes. En Francia, por ejemplo, pudimos poner en marcha autobuses automatizados siempre y cuando hubiese una persona a bordo lista para tomar el control. Sin embargo, para transformar estas pruebas en productos vendibles es necesario ir mucho más allá». El potencial de comercialización es real, según indicó Alessandrini: «Existen tres o cuatro constructores de lanzaderas completamente automáticas, que recuerde; una de ellas es producto directo de los resultados de este proyecto. Todas están en condiciones de ofrecer lanzaderas automatizadas para el último tramo del trayecto y pueden reproducir los logros de este proyecto. Pero necesitamos el apoyo de los legisladores». El deseo de Alessandrini es poner en práctica a gran escala los resultados del proyecto. Por ejemplo, quisiera que se superase la limitación de «baja velocidad en el último tramo del trayecto» y también pasar a trayectos que atraviesen ciudades. «Hemos presentado a la Comisión propuestas de proyectos relevantes dado que creemos que esta capacidad podría cambiar el modelo de negocio», afirmó. «De esta forma se podría crear un transporte público automatizado rentable. Pero también en este caso es necesario contar con un marco jurídico propicio».
Palabras clave
CITYMOBIL2, automatización, transporte, carretera, seguridad, vehículos, infraestructura