Diseñar la próxima generación de sistemas de combustible seguros
A pesar de que el aéreo es actualmente el modo de transporte más seguro, nunca se debe dar por sentada la seguridad. Mientras el sector del transporte aéreo global continúa evolucionando, se requieren esfuerzos constantes para garantizar los niveles más elevados de seguridad. Por ejemplo, al utilizarse cada vez más materiales compuestos y sistemas electrónicos en las aeronaves, aumenta el riesgo de que se produzca un incendio en el sistema de combustible de la aeronave. Del mismo modo, al haber más aeronaves que realizan rutas polares, también aumenta el riesgo de que se forme hielo en el sistema de combustible. Si no se abordan adecuadamente, estos nuevos riesgos podrían representar una grave amenaza para el nivel de seguridad del sector. El objetivo del proyecto SAFUEL, financiado con fondos de la Unión Europea, es responder a esta amenaza desarrollando la próxima generación de sistemas de combustible seguros. En concreto, el equipo del proyecto está desarrollando, sometiendo a pruebas y validando un nuevo sistema de combustible más seguro, diseñado para uso en temperaturas más extremas. Los resultados clave que se esperan son un nuevo diseño de sistema de combustible que supere las limitaciones de las aeronaves fabricadas con materiales compuestos y con más conexiones eléctricas, tecnologías innovadoras para medir la circulación de combustible y los datos necesarios para apoyar a las autoridades en la publicación de reglas y normativas para que sean seguros los vuelos en condiciones de formación de hielo. Potencial de comercialización Muchos de los resultados innovadores que se están obteniendo del proyecto presentan un potencial importante de cara a su comercialización. Por ejemplo, aunque el sensor de agua en combustible de SAFUEL se diseñó originalmente para medir la cantidad de agua disuelta en el combustible, también se puede utilizar para otras aplicaciones. «Se ha demostrado que este sensor es de utilidad para vigilar la calidad del combustible en los aeropuertos y, fuera del sector de la aviación, para vigilar la calidad del combustible en la industria de la automoción y en las redes de distribución de combustible», aseguró el coordinador del proyecto, Bruno Reynard. Según éste, es más probable que a corto y medio plazo la comercialización se realice en estas aplicaciones menos exigentes que a bordo de aeronaves. La investigación sobre los fenómenos de formación de hielo llevada a cabo en el marco del proyecto también ha generado oportunidades comerciales nuevas e inesperadas. Por ejemplo, el banco de pruebas de formación de hielo del proyecto está ahora disponible para el sector aeronáutico y se puede utilizar para cualquier otro sistema ubicado en zonas no accesibles. «Es difícil calcular el tamaño del mercado potencial del banco de pruebas, pero creemos que puede deparar unos ingresos de 250 000 a 500 000 euros a la Universidad de Tecnología de Hamburgo (TUHH), uno de los socios del proyecto y el lugar donde se encuentra ubicado el banco de pruebas», añadió Reynard. La colaboración es la clave SAFUEL está sentando las bases de la próxima generación de sistemas de combustible al mejorar la detección de agua en los depósitos de combustible, aumentar la protección frente a la inflamabilidad, eliminar fuentes de ignición, validar la compatibilidad con la aviónica moderna y verificar el cumplimiento de las normas que rigen los combustibles alternativos. Según Reynard, la clave de este éxito es que el proyecto ha reunido a más de diez empresas, instituciones de investigación y asociaciones relacionadas con la aviación, incluidos líderes del sector como Airbus y Zodiac Aerospace. «Este enfoque colaborativo alienta a las empresas no solo a crear nuevas tecnologías, sino también nuevos procesos para desarrollar las nuevas tecnologías», aclaró Reynard. Como ejemplo, Reynard señaló un caso en el que uno de los socios se topó con un escollo en el proceso de innovación y otro socio le ayudó enfocando el problema desde otra perspectiva. «Este proceso nos permite superar rápidamente las dificultades y lograr el desarrollo de numerosas soluciones, cuatro de las cuales ya han sido patentadas», añadió Reynard.
Palabras clave
SAFUEL, aviación, seguridad, transporte aéreo, investigación aeronáutica, investigación sobre seguridad aérea