¿Son dos cabezas mejor que una? La palomas mensajeras aletean más rápido para volar juntas
Los investigadores de la fauna salvaje hace tiempo que intentan comprender por qué las aves vuelan en bandadas, que van desde formaciones estructuradas en forma de V a agrupaciones dispersas que implican interacciones aerodinámicas complejas entre los miembros del grupo. Los beneficios que se suelen citar de estos desplazamientos colectivos son la mejora de la eficiencia del vuelo y la navegación, y una mayor seguridad ante los depredadores. Con el apoyo parcial del proyecto HawkEye, financiado con fondos europeos, un equipo de investigadores descubrió que las palomas mensajeras gastan más energía volando en pares que cuando lo hacen solas. Sus hallazgos se publicaron en la revista «PLOS Biology». «Tal y como se esperaba, los miembros de las parejas se beneficiaron de una mejor precisión en el recorrido, lo cual redujo un 7 % la distancia de vuelo y un 9 % el tiempo». En una nota de prensa del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, la doctora Lucy Taylor, autora principal del estudio explica: «Los resultados de este estudio fueron totalmente sorprendentes. La energía es la moneda de la vida, así que es sorprendente que las aves estén preparadas para pagar un coste energético considerable por volar juntas». El equipo empleó un GPS de alta precisión y bioregistradores de acelerómetro para examinar las características del vuelo de palomas mensajeras («Columba livia»), cuando vuelan en pares y cuando lo hacen solas. Los investigadores propusieron como hipótesis que «las aves incrementan su frecuencia de aleteo al volar juntas a fin de mejorar su maniobrabilidad y estabilidad de vuelo», tal y como se señala en el artículo de la revista. La doctora Taylor comenta: «Imagine tratar de coordinarse y evitar golpear otro objeto pequeño que se desplaza a unos 70 km (44 millas) por hora. Esto es casi dos veces más rápido que un velocista olímpico, y las aves pueden moverse hacia arriba y hacia abajo, así como a izquierda y derecha. A una paloma, batir las alas más rápido le permite reaccionar con mayor rapidez, le da un mayor control sobre sus movimientos y le ayudará a mantener la cabeza estable haciendo que sea más fácil rastrear dónde está la otra ave». Análisis de pautas de vuelo de otras aves para su aplicación al diseño de drones El proyecto HawkEye (Vision-based Guidance and Control in Birds, with Applications to Autonomous Unmanned Aircraft), aún en curso, combina el estudio de aves y aeronaves. Otro estudio que recibió el apoyo parcial del proyecto observó las trayectorias de vuelo de cinco gavilanes mixtos criados en cautividad durante sus vuelos persiguiendo un conejo diana que realiza maniobras erráticas. Sus hallazgos se publicaron en la revista «Nature Communications». Tal y como se señala en una nota de prensa de la Universidad de Oxford: «Los investigadores determinaron que los gavilanes mixtos utilizan una ley de orientación mixta, en la que su índice de giro viene determinado por información de retorno sobre el ángulo entre la dirección de su objetivo y su dirección de vuelo actual, junto con información sobre la velocidad a la que cambia la dirección de su objetivo». Según la misma nota de prensa, los hallazgos tienen implicaciones para la captura de drones clandestinos en zonas concurridas. Además, el estudio podría servir de inspiración para el diseño de drones. Citado en un comunicado de prensa, su coautor, el profesor Graham Taylor, declara: «El incidente del año pasado en Gatwick mostró lo lejos que estamos de poder eliminar los drones clandestinos de forma rápida y segura de un amplio espacio abierto, y mucho menos del atestado espacio aéreo de un entorno urbano. Los gavilanes son los reyes en las persecuciones de cerca en medio del desorden, así que pensamos que podemos aprender de ellos para diseñar un nuevo tipo de dron capaz de perseguir a otro de forma segura». Para más información, consulte: Proyecto HawkEye
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Reino Unido