Los lobos adultos emplean el juego para reforzar su dominio sobre los cachorros
Los lobos adultos mantienen su dominio sobre los cachorros incluso durante el juego, tal y como se ha descubierto en el proyecto financiado con fondos europeos CANCOOP. El juego es una interacción competitiva con la que se ensayan y mejoran las capacidades en un entorno seguro. En los resultados del proyecto, publicados en mayo de 2016 en la revista PLOS ONE, se refuta la afirmación de que los lobos adultos muestran un comportamiento más apaciguado al interactuar con los cachorros con el fin de invitarles al juego, y se afirma que en realidad mantienen el dominio. Los lobos son animales muy sociales que se basan en la cooperación entre los miembros de la manada para aparearse, cazar y defender el territorio y los alimentos. CANCOOP, programado hasta enero de 2018, estudia los procesos emocionales y sociocognitivos de los lobos, entre ellos la empatía, el desprecio a las desigualdades y la gratificación postergada. Los resultados más recientes del proyecto resultan fundamentales para comprender las interacciones sociales de los lobos, una información que puede ayudar en la gestión de sus poblaciones tanto en zoológicos como en libertad. Durante la fase experimental del proyecto se observó la interacción lúdica y no lúdica de dos manadas compuestas por lobos (Canis lupus occidentalis) maduros y lobeznos de tres a cinco meses. Este experimento se llevó a cabo en 2009 y 2012 en el Centro de Investigación del Lobo de Ernstbrunn (Austria). En cada manada había seis lobeznos llevados al centro con diez días de edad y criados por profesionales. Se grabó en vídeo a las manadas durante interacciones lúdicas y no lúdicas en los espacios destinados a estos animales, esto es, zonas exteriores valladas de gran superficie con zonas de refugio y arboladas. Los científicos al cargo del proyecto plantearon una hipótesis inicial en la que se afirmaba que, para facilitar el juego, cada lobo podría fingir estar en igualdad con aquel con el que jugaba. Esta se conoce como la «norma del 50:50», en la que cada jugador gana o pierde la mitad de las veces. Para mantener esta norma de juego, un animal dominante podría inhibirse y, así, situarse en desventaja y permitir que su compañero de juegos subordinado «ganase». En este tipo de comportamientos inhibidos el animal prescinde de una ventaja competitiva tumbándose sobre su espalda o situándose debajo de su contrincante, por ejemplo. No obstante, los resultados del estudio mostraron que el juego del lobo adulto con los lobeznos no seguía esta norma. En los emparejamientos de este tipo, era el lobezno el que se inhibía y realizaba comportamientos menos ofensivos, mientras que los adultos optaban por comportamientos menos inhibidos. Según el equipo de CANCOOP también se detectaron comportamientos notablemente más ofensivos durante el juego, entre ellos mordeduras y persecuciones. En el proyecto también se descubrió que la proporción entre la inhibición y los comportamientos ofensivos en parejas de lobeznos guardaba relación con las relaciones de dominio entre ellos al margen del juego. Es más, las parejas de lobeznos mostraron un juego más equilibrado que las parejas compuestas por un lobezno y un adulto, si bien el grado de igualdad variaba con la pareja. Los científicos consideran que este comportamiento puede reforzar la jerarquía dominante del adulto y la subordinada del lobezno que se establece al margen de los juegos en una manada. Por último, el estudio de CANCOOP descubrió que existen rasgos lúdicos en el lobo similares a los de los perros. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto en CORDIS
Países
Austria