El ABC de la prescripción farmacológica
Los medicamentos son la base de la medicina moderna. Además de salvar vidas, mejoran la calidad de vida y el estado de salud de los pacientes. Pero para que sean eficaces, los medicamentos deben tomarse tal y como indican los facultativos. Sin embargo, según informes, la mitad de los pacientes europeos no se ciñe a las instrucciones de su médico, lo que provoca una falta de respuesta a la terapia, el agravamiento de las patologías y el encarecimiento del tratamiento para los pacientes, sus familias y la sociedad al completo. ABC fue un proyecto financiado por la UE que se puso en marcha con el cometido de recabar indicios empíricos que permitieran conformar métodos con los que incrementar el grado de cumplimiento de la terapia por parte de los pacientes y mejorar el uso dado a los medicamentos en Europa. El equipo responsable del proyecto se fijó en distintos sectores clínicos, entornos de asistencia sanitaria y colectivos poblacionales y definió los factores determinantes del incumplimiento del tratamiento, además de investigar las prácticas vigentes para el control del cumplimiento. Los integrantes de ABC evaluaron asimismo la efectividad de varias intervenciones y redactaron recomendaciones políticas para profesionales de la salud, autoridades, pacientes, empresas del sector y la comunidad científica. De los 771 factores del incumplimiento definidos por el equipo de ABC, la mayoría guardaba relación con la implementación, mientras que apenas 47 tenían que ver con la persistencia en la medicación. Por consiguiente, las medidas que podrían tener un efecto más profundo serían las dirigidas al aspecto de la implementación. El equipo del proyecto concluyó así que era necesario dar mayor control al paciente, y también apoyo en forma de información y orientación, en el momento de recetarle un medicamento por primera vez. Asimismo, se debe proporcionar mayor formación y cualificación a los profesionales sanitarios en materia de asistencia centrada en el paciente, detección y resolución de casos de incumplimiento terapéutico, y elección de la intervención óptima. Para lograr estos objetivos, desde ABC se recomienda que las dos partes aborden la opinión del paciente acerca del tratamiento y también sus preferencias, que se entable una colaboración a la hora de tomar decisiones terapéuticas y que se cultive la confianza mutua. Asimismo, en la medida de lo posible, las empresas del sector deberían simplificar los regímenes de medicación, mientras que los profesionales sanitarios deberían conceder prioridad al aspecto de prestar apoyo al cumplimiento terapéutico. Por su parte, los gobiernos deberían concienciar a la población, promover intervenciones efectivas y respaldar la investigación en este campo. La serie de recomendaciones integradas surgidas del proyecto podría simplificar enormemente el cumplimiento de los tratamientos, lo cual reportaría ventajas inmensas a los pacientes, a sus seres queridos y al conjunto de la sociedad.