Robótica al servicio de las sensaciones táctiles
El tacto permite distinguir una superficie resbaladiza de otra áspera o aterciopelada, sirve para que aquellos con deficiencias visuales puedan leer en braille y resulta esencial en múltiples tareas cotidianas. Además, resulta un componente fundamental de la respuesta emocional, tal y como lo demuestra el placer que se obtiene de una caricia, un abrazo o la suavidad de una manta. Un equipo de científicos europeos realizó una investigación multidisciplinar dedicada a averiguar cómo percibe el organismo humano el tacto, en concreto mediante la utilización de nanosensores biológicos diseñados por ingeniería tisular. El equipo del proyecto NANOBIOTOUCH, financiado con fondos europeos, se dedicó al estudio del tacto afectivo —el relacionado con una respuesta emocional— que se obtiene a través de una yema dactilar humana. Se emplearon numerosos métodos experimentales avanzados que exigían el desarrollo de una plataforma dinámica exclusiva para la estimulación táctil y el control de la temperatura. Los protocolos facilitaron la recopilación de datos biofísicos y psicofísicos relacionados con todos los niveles de la respuesta del cuerpo humano al tocar distintas texturas. Los investigadores no se han limitado a obtener información valiosa de la microneurografía de los receptores individuales del tacto en la yema de los dedos, sino que han llegado a registrar la sensación más o menos apacible referida por la persona al tocar una muestra. Los experimentos también combinaron distintos niveles, como por ejemplo la actividad nerviosa con la percepción a través de la estimulación eléctrica directa de neuronas sensoriales y las consiguientes sensaciones referidas por las personas participantes. El equipo fue desvelando con detenimiento y exhaustividad los mecanismos neurológicos que codifican la información táctil para modelarlos en sistemas biológicos y artificiales, además de crear un dedo robotizado biomimético que permite analizar y evaluar la sensación más o menos agradable que despierta un objeto. Los híbridos están de moda y NANOBIOTOUCH elaboró su propia versión integrando neuronas reales en un sensor táctil biohíbrido. Los resultados de NANOBIOTOUCH han gozado de una amplia difusión a través de una serie de publicaciones y presentaciones en congresos y, además, de este trabajo han surgido numerosas patentes registradas. Sus aplicaciones van desde mejorar la calidad de vida de aquellos con deficiencias en el sentido del tacto y la vista hasta la exploración robótica de tejidos y cremas y la protección de marcas. Se espera que el aprovechamiento comercial de estos resultados logre llegar a un mercado muy amplio y generar importantes beneficios para fabricantes y usuarios finales.
Palabras clave
Sensación táctil, biomimética, dedo robotizado, ingeniería tisular, nanosensores biológicos, tacto afectivo