El futuro del transporte para la tercera edad
El proyecto financiado con fondos europeos «Transport needs for an ageing society» (TRACY) tiene el propósito de ofrecer un panorama general y una evaluación de las actuales políticas y estrategias nacionales al respecto, y también de definir lagunas científicas y formular recomendaciones para el futuro. Antes que nada, se necesita un estudio exhaustivo que ofrezca una perspectiva general de las políticas y los problemas prácticos en relación con las necesidades de transporte para los más mayores. Para ello se precisan datos sobre los países abarcados por el proyecto, que son los veintisiete Estados miembros, Australia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza y Estados Unidos. El análisis está vertebrado conforme a cuestiones técnicas como la seguridad, las necesidades infraestructurales, los sistemas de transporte y factores humanos como el sexo, necesidades especiales y las interfaces humano-máquina. También se tiene en cuenta la diversidad, de modo que se integran perspectivas culturales, sobre bienestar, sobre diferencias políticas, geográficas y regionales, y puntos de vista alternativos como la accesibilidad, la movilidad virtual y los servicios móviles. Se ha elaborado un informe que presenta las tendencias demográficas y que resume y además predice las principales características relativas al transporte. Se observó un proceso de envejecimiento poblacional en la mayoría de los países, lo cual apunta a la necesidad de un cambio en las exigencias sobre el sistema de transporte. También salieron a relucir los países con una dependencia más generalizada de los automóviles. Por otro lado, se hizo una revisión de la bibliografía pertinente sobre la tercera edad y el transporte, en busca de aspectos positivos y negativos de cada medio de transporte desde distintas perspectivas. Esta labor investigadora constituirá un recurso inestimable de cara a la siguiente etapa del proyecto, que requiere un análisis más detallado de las políticas y los programas que ya se han definido, si bien a una escala mucho más amplia. Ello incluye los servicios móviles virtuales, la seguridad vial, la planificación del desarrollo y la investigación demográfica. Todos estos aspectos se tendrán en cuenta a la hora de indagar en las repercusiones sociales, económicas y medioambientales. Así se obtendrá una perspectiva exhaustiva de la efectividad de las políticas vigentes y de las lagunas investigativas. A raíz de todo ello se elaborará un plan de actuación así como directrices sobre las actuales políticas y prácticas en el ámbito de las necesidades de transporte y de movilidad para una sociedad inmersa en un proceso de envejecimiento.
