Vehículos de gasóleo más ecológicos y menos contaminantes
En 2004, la Comisión Europea enmendó la Directiva sobre maquinas móviles no de carretera (NRMM) para incluir los motores ferroviarios dentro de su ámbito. En cuanto se refiere a los automotores y las locomotoras, las normas de la Fase III B representan un cambio importante en términos de tecnologías de motores y post-tratamiento. No obstante, algunos problemas relacionados con las tecnologías de reducción de emisiones, como el aumento de peso y espacio, la fiabilidad y el calor residual, son obstáculos importantes. El proyecto financiado con fondos europeos «Clean European rail - diesel» (CLEANER-D) tenía el objetivo de abordar los retos técnicos que se han de resolver para cumplir este nuevo reglamento. El proyecto pretendía conseguir niveles de emisiones muy por debajo de los establecidos por la Directiva y prepararse para futuras normas mediante la evaluación de las mejores soluciones híbridas e innovadoras. CLEANER-D demostró la viabilidad y la fiabilidad en servicio del material rodante ferroviario que funciona con motores diésel que cumplan la Fase III B. Para lograrlo, instaló motores diésel de bajas emisiones en una locomotora y en un automotor ya existentes. Además se instaló un prototipo de motor de nueva generación que se ajustaba a la Fase III B en una locomotora de nuevo diseño. Por otro lado, los integrantes del proyecto evaluaron la posibilidad de reducir aún más las emisiones para facilitar a la UE la tarea de decidir las etapas subsiguientes a la Fase III B. Se examinaron tecnologías de post-tratamiento punteras y pioneras, incluyendo la recirculación del gas de escape y la reacción catalítica selectiva, mediante el desarrollo de un modelo de motor de 560 kW. Otra tarea consistió en investigar la posibilidad de usar combustibles alternativos como el biodiésel para reducir más las emisiones. Otros trabajos trataron sobre la hibridación de vehículos diésel, una tecnología a medio y largo plazo para reducir el dióxido de carbono y otros contaminantes. El equipo de CLEANER-D evaluó la posibilidad de ahorrar energía introduciendo otras tecnologías de almacenamiento energético. Se estudiaron las opciones de hibridación más halagüeñas y se seleccionó la arquitectura del sistema de propulsión más adecuada, con una gestión apropiada de la energía. El equipo de CLEANER-D efectuó ensayos en condiciones operacionales y así demostró que la industria del motor puede proporcionar motores diésel fiables y de coste asequible para aplicaciones ferroviarias. Debido a las obligaciones legales, está garantizada una gran adopción de los desarrollos del proyecto en el mercado. Por lo tanto, parece que la tracción ferroviaria diésel va a seguir siendo una opción eficaz y respetuosa con el medio ambiente para el sector ferroviario europeo.
Palabras clave
Diésel, reducción de las emisiones, locomotoras, vehículos ferroviarios