Reciclaje de cables de fibra óptica
La contaminación y el calentamiento global se han convertido en temas importantes en los últimos años, lo que ha instado a las autoridades y a las empresas a buscar nuevas técnicas de reciclaje para ayudar a conservar el planeta. En lo que se refiere al reciclaje de los CFO, los métodos actuales se ven dificultados por la complejidad de su composición, pues contienen fibra de vidrio óptica, polietileno, geles, fibras de aramida y, en el caso de cables más antiguos, aluminio o acero. Para mejorar el reciclaje de los CFO, los socios del proyecto financiado por la Unión Europea L-FIRE («Reciclaje de fibras largas») propusieron fraccionar los componentes de los CFO en lugar de cortarlos. Con esta estrategia, los miembros del consorcio pretenden reciclar los diferentes materiales utilizando una tecnología de procesado inverso. Los científicos del proyecto también trabajaron en una técnica de liberación de los geles antihumedad que permita su eliminación mediante aglutinantes especializados o disolventes químicos. Los investigadores probaron asimismo métodos para deshacerse de la aramida y para separar los materiales que intercalan metal y polímeros de cara a facilitar el proceso de desarmar las diferentes capas de los CFO. Los resultados de L-FIRE han contribuido a superar la ineficacia de la trituración y el vertido de los CFO, así como los costes de su incineración, lo que abre perspectivas halagüeñas para el reciclaje de los mismos. La aplicación de este método no sólo tendrá efectos positivos a largo plazo sobre el medio ambiente, sino que además podría fortalecer la posición de muchas empresas europeas.